MADRID, España. — La evolución del Producto Interno Bruto (PIB) —a precios constantes de 1997 para facilitar la comparación— en las distintas actividades de la economía cubana en 2021 es otra fuente de sorpresas. Los resultados se presentan en el Cuadro 1. La primera columna refleja la variación entre 2020 y 2021, y las actividades se ordenan por el crecimiento registrado en 2021 de mayor a menor; en tanto que la segunda columna calcula la variación entre 2019 y 2021 en cada una de las actividades.
En el primer caso, los descensos del PIB en 2021 se concentraron en las actividades más productivas de la economía. La industria azucarera con un descenso del PIB de -31,8% se situó a la cabeza de los perdedores en 2021. Le siguió la industria manufacturera, con un -15,2%, el sector agropecuario, con un -13,3%, y a algo más de distancia Pesca (-8,3%), Comercio (-6,7%) y Suministro de electricidad (-5,3%).
Estas actividades con registros negativos del PIB, a las que se suman, por idéntico motivo, Cultura y deporte, derechos de importación, intermediación financiera y Explotación de minas y canteras, representaron el 36,5% del PIB de la economía en 2021 y, en conjunto, experimentaron un descenso del PIB con respecto al año anterior de un -8,5%.
Por el contrario, registraron aumentos del PIB en Salud pública (14,3%), que se situó a la cabeza de todas las actividades, Educación (9,4%), Transporte almacenamiento y comunicaciones (5,9%), Hoteles y restaurantes (5,3%), ciencia e innovación (4,2%), Construcción (4%), administración pública (3,1%). A estas se añadieron Servicios empresariales, Otros servicios sociales y comunales.
Las actividades anteriormente mencionadas alcanzaron el 63,5% restante del PIB y, en conjunto, registraron un crecimiento del 7,8% del PIB con respecto a 2020.
El efecto combinado de ambas sitúa la variación del PIB en el 1,3% ofrecido por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) para 2021. Pero este dato acaba siendo, en sí mismo, de poco interés, si no se tiene en cuenta que el crecimiento se concentró en actividades dependientes del presupuesto estatal con un efecto arrastre limitado sobre la economía y no consiguieron, en todo caso, estimular las actividades productivas que ejercen una mayor estimulación sobre el PIB.
La segunda columna del Cuadro 1 refleja la dinámica de la economía desde el último ejercicio calificado de “normal”, que fue 2019, constatando en este caso una caída del PIB del -9,8%, que muestra, además, notables diferencias entre las distintas actividades. Los datos indican que muchas de las actividades de la economía cubana siguieron en 2021 por debajo de los niveles de partida en 2019.
A diferencia de la comparación interanual, al introducir 2019 como punto de partida, los signos negativos se incrementaron en número y la magnitud de las variaciones en términos absolutos fue igualmente mayor.
En este grupo destacaron los descensos experimentados nuevamente por la industria azucarera (-39,3%), el sector agropecuario (-33,7%), y la industria manufacturera (-27,7%). La influencia de la pandemia hizo que dentro de las actividades del sector presupuestado, Educación descendiera su PIB desde 2019 un -22,1% y los hoteles y restaurantes hasta un -20,5% por el retraso de la llegada de turistas; el comercio cayó un -18,1%, Suministro de electricidad un -11,1% (influencia sobre los apagones), Cultura y deporte -9,4%. La devastación económica ha sido particularmente intensa.
Tan solo registraron aumentos en el PIB desde 2019 Construcción, con un 4,6% (donde se han debido imputar la mayor parte de las inversiones en hotelería), ciencia e innovación (4,5%), Salud (3,1%), Administración pública (1,2%), y Transportes (0,8%) y Servicios empresariales (0,4%).
En el Gráfico 2 se muestra la distancia que deben recorrer las actividades de la economía cubana en 2021 para alcanzar los niveles de 2019. Apenas seis actividades de las 19 relacionadas en el Gráfico 2 han alcanzado los niveles previos a la pandemia: construcción, ciencia e innovación, salud pública, Administración pública, Transportes almacenamiento y comunicaciones y Servicios empresariales e inmobiliarios. Todas estas actividades se encontraron en términos de PIB por encima del nivel alcanzado en 2019.
En el extremo opuesto, 13 actividades de la economía no habían recuperado en 2021 los niveles de 2019, e incluso, algunas, como la Industria azucarera, perdieron casi el 40% del nivel de 2019; por su parte, el sector agropecuario operó a niveles inferiores al 34% del PIB de 2019 y otro tanto cabe decir de la industria manufacturera.
Precisamente, las actividades que tienen mayor tracción e impacto en términos de generación de empleo y riqueza —encadenamientos, como dice Díaz Canel— no levantan cabeza dos años después.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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