MADRID, España.- El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel, que este 17 y 18 de julio participa en la III Cumbre Unión Europea (UE)-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), dedicó su intervención del lunes a dar sus críticas habituales al embargo de Estados Unidos, pretexto del régimen para los fracasos de su sistema.
“Tenemos la convicción de que la solidaridad no se puede bloquear como se bloquean los alimentos, las medicinas y los equipos; la solidaridad solo reconoce necesidades y demandas humanas y coloca a quienes la dan y la reciben en el escalón más alto de nuestra especie”, dijo Díaz-Canel en este sentido.
Asimismo, el gobernante que mantiene encarcelados a cientos de cubanos por pensar diferente, declaró: “Tratan de aislarnos, de callarnos, de evitar que sigamos denunciando las políticas hegemónicas, de chantaje y castigo contra los que no se someten; nadie debe esperar que bajemos los brazos, que nos arrodillemos a pedir perdón por defender el derecho a la diferencia”.
Mientras que, en su discurso de este martes, lamentó que, según él, la región no haya sido una “prioridad real” para el bloque europeo, y pidió impulsar relaciones, “más justas y equilibradas”.
Miguel Díaz-Canel anunció su participación en la Cumbre apenas 24 horas después de que el Parlamento Europeo aprobara por mayoría una resolución de condena a las violaciones y abusos de los derechos humanos en Cuba y llamara al bloque comunitario a aplicar sanciones contra los responsables de la represión.
El mandatario cubano y su esposa, Lis Cuesta Peraza, llegaron este domingo a Bruselas donde fueron recibidos por grupos de solidaridad con el régimen de la Isla; pero también fue repudiado por activistas y exiliados cubanos. Manifestantes, armados con carteles de “Díaz-Canel asesino”, exigieron el fin de la dictadura cubana y la liberación de todos los presos políticos en las cercanías del edificio del Consejo Europeo, donde se celebraba la Cumbre.
Las protestas, que comenzaron al mediodía y contaron con una presencia policial considerable, fueron organizadas por la Coalición Cubano-Belga, parte del Consejo Europeo-Cubano. Los manifestantes no solo denunciaron la participación de Díaz-Canel en este evento, sino que también condenaron su alianza con el régimen de Vladímir Putin y las violaciones de los derechos humanos que ocurren en Cuba.
