LA HABANA, Cuba. – La noche de este lunes se conoció el último pasajero a las semifinales de la 62 Serie Nacional de Béisbol, luego que los Leones de Industriales sometieran a los Gallos de Sancti Spíritus en el séptimo y último partido de la serie de cuartos de finales. El choque se celebró en el estadio José Antonio Huelga de la tierra del Yayabo.
En semifinales, los llamados Azules tendrán que enfrentar a las Avispas de Santiago de Cuba, reeditando el principal clásico del torneo doméstico. Para regresar a la instancia, a la que no clasificaban desde 2008 cuando fueron campeones por última vez, el representativo oriental derrotó a los Toros de Camagüey en seis partidos.
Por otro lado, los Leñadores de Las Tunas se verán las caras con los Cocodrilos de Matanzas. Los primeros apenas necesitaron cuatro encuentros para despachar a los Tigres de Ciego de Ávila, mientras los actuales subcampeones tuvieron que jugar seis desafíos para dejar en el camino a los Cazadores de Artemisa.
La peor de las Series Nacionales
Para muchos, el presente quizás sea el peor campeonato de la pelota cubana. Desde que arrancó, la calidad del torneo se vio comprometida por una serie de inconvenientes que le restaron relevancia como principal espectáculo deportivo del país.
Hubo de todo: traslados de equipos y árbitros retrasados por la crisis de combustible, pelotas contratadas a la firma Teammate que no acaban de llegar, bates cuyo uso primero fue autorizado y luego prohibido supuestamente por aumentar el rendimiento ofensivo; y hasta un partido suspendido porque los Elefantes de Cienfuegos se quedaron sin bates en pleno juego.
En esta temporada también continuaron las deserciones de atletas que escapan de la crisis nacional y detrás de una firma en el mejor béisbol del mundo. A la vez, al menos otros tres jugadores pidieron la baja de la Serie Nacional debido a sus bajos salarios.
Además, a la ecuación se suman algunos estadios vacíos, mala alimentación de los atletas, problemas con los alojamientos y, en fin, un aguacero de situaciones adversas que menguaron las posibilidades de éxito del magno evento del deporte cubano.
Un hecho insólito fue la cancelación del Juego de las Estrellas para celebrar pruebas de habilidades (finalmente se disputó un encuentro entre las estrellas occidentales y orientales).
El último golpe al espectáculo lo asestó la Televisión Cubana, que después de efectuar decenas de transmisiones de partidos sin trascendencia a lo largo del calendario regular, a menos de 48 horas de iniciar la fase de cuartos de final dio a conocer que nada más llevaría a la pantalla un solo choque por jornada.
En torno al asunto, se divulgó que no existían las unidades remotas suficientes para cubrir cuatro cotejos a celebrarse en provincias diferentes y en el mismo horario de las 2:00 de la tarde, aunque la serie entre Industriales y Sancti Spíritus finalmente se corrió a las 6:00 de la tarde.
De vuelta a los estadios
A pesar de los despropósitos que generaron un campeonato de bajos quilates, durante la primera ronda de la Serie Nacional el público retornó a los estadios con concurrencias que hace tiempo no se veían en varios de ellos, según los propios aficionados.
Los juegos televisados mostraron parcialmente llenos los estadios de Las Tunas, Santiago de Cuba, Camagüey, Ciego de Ávila, Santis Spíritus, Matanzas y Artemisa. Por su parte, el Latinoamericano no recibía una asistencia decorosa desde hace varios años, de acuerdo con trabajadores de la instalación.
Con mayor precisión, los seguidores del equipo azul aseguraron a CubaNet que la última vez que las gradas del Coloso del Cerro habían recibido una marea de público se remonta a enero de 2018, jornada marcada por la ceremonia de retiro oficial del excapitán industrialista Carlos Tabares.
Según información facilitada por empleados de las taquillas del estadio, los partidos desarrollados el jueves, viernes y sábado pasados registraron afluencias de hasta 20.000 personas.
“El último día fue el que menos personas vinieron y había unas 12.000. Parecen pocos, porque la capacidad del estadio es de 55.000, pero son muchos si los comparas con los 70 u 80 que venían en la clasificatoria”, argumentó uno de los trabajadores consultados.
En el aumento de la concurrencia al Latino se conjugaron varios factores. En primer lugar, los seguidores de Industriales citan la remontada que tuvo que realizar el equipo en la tabla de posiciones luego de un mal inicio que lo llevó a la cola por varias fechas, consiguiendo la clasificación en las postrimerías del calendario.
Del mismo modo, señalan que después de mucho tiempo los juegos volvieron a celebrarse en la noche, lo cual resulta un atractivo y ofrece a los aficionados que trabajan de día la posibilidad de asistir.
Finalmente, con criterios encontrados, los fanáticos del béisbol mencionan la incorporación de Yasmani Tomás como un incentivo extra, a pesar de que el arranque de “El Tanque” va quedando por debajo de las expectativas creadas.
