SAN LUIS POTOSÍ, México.- Amadeo Roldán fue un compositor, violinista, director de orquesta y profesor afrocubano. De padres cubanos, nació en París el 12 de julio de 1900.
Amadeo Roldán y Gardes sólo tenía 5 años cuando empezó a estudiar música. Se graduó en el Conservatorio de Madrid en 1916 tras estudiar solfeo y violín.
Posteriormente recibió clases particulares de composición de Conrado el Campo. El joven músico también tocó el violín en giras por España.
Se trasladó a La Habana en 1919 y se convirtió en alumno de Pedro Sanjuán. En 1924 devino concertino de la Orquesta Filarmónica de La Habana y, tras la muerte de Sanjuán, se volvió su director, en 1932.
Fue profesor de composición en el Conservatorio de La Habana desde 1935 y director de este entre 1936 y 1938. Fundó el Cuarteto de Cuerda de La Habana y fue parte de la fundación del grupo de Avance junto con colegas del mundo intelectual con el fin de promover la cultura del país.
Roldán puso la música cubana “seria” en el mapa al llevar principalmente los ritmos y sonidos afrocubanos a la sala de conciertos.
En ellos se inspiró el ballet La Rebambaramba (1928), basado en un texto de Alejo Carpentier que retrataba los barrios bajos de La Habana el día de Reyes.
Está considerada la más famosa de sus partituras, que en aquel se interpretó en México, París, Berlín, Budapest, Los Ángeles y Bogotá.
De su obra cabe destacar también el ballet El milagro de Anaquillé (1928-1929), la obra sinfónica Obertura sobre temas cubanos (1925) y los poemas Oriental, Pregón y Fiesta negra (1926).
Se le atribuye la creación de las primeras piezas sinfónicas que incorporan instrumentos de percusión afrocubanos, como en la quinta y sexta de sus Rítmicas (1930). Algunos especialistas señalan que “parecen ser los primeros trabajos en la tradición occidental de música clásica escritos únicamente para percusión”.
Su Obertura sobre temas cubanos ha sido calificada como “el acontecimiento más importante de la historia musical cubana en esa etapa del siglo XX”. En la Obertura está Saumell, Espadero, el negro, el bufo, algo insólito en el género sinfónico cubano, le dijeron sus homólogos.
“La culpa es de Los Hoyos. De ahí sale el cocoyé santiaguero”, decía él.
“De la iglesia de Santo Tomás en Los Hoyos sale la primera imagen de la Virgen de la Caridad, porque es la primera iglesia de Santiago de Cuba. Mi madre me hablaba de cuando iba a misa de pequeña con mis abuelos. Luego Emilio Roig me llevó a verla en un viaje que hicimos juntos a provincia”.
Murió en La Habana el 2 de marzo de 1939.
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