agosto 22, 2025

Cubano, anticomunista y dueño de 36 tiendas: así ha vivido Moisés de Paz

A pesar de haber construido un emporio en Estados Unidos, Moisés nunca se desligó de la causa cubana. Participó en colectas, apoyó a exiliados y mantuvo un principio inquebrantable: no negociar con el régimen. “Ni voy a Cuba, ni mando mercancía, ni hago negocios con ellos. Esa es mi filosofía”.
Moisés de Paz, cubano, Estados Unidos
Moisés de Paz. (Foto: CubaNet)

MIAMI, Estados Unidos.- Moisés pertenece a esa generación de cubanos que vivió marcada por la lucha contra el comunismo y por el exilio forzado. Desde joven estuvo en la mira del régimen, aunque paradójicamente vivía en casa de un comunista que lo protegía en silencio. “Siempre me tiró la toalla”, recuerda. Sin embargo, los archivos del Estado ya guardaban su nombre.

Cuando decidió marcharse de Cuba, comenzaron los obstáculos. Lo bajaron tres veces de un avión con la promesa de que podría salir “en seis meses”. Esa espera se extendió a 18 años. El motivo: sus vínculos con la lucha en el Escambray. Finalmente, en 1979, logró abandonar la isla rumbo a España.

En Madrid comenzó de la nada. Primero intentó vender sellos en la Plaza Mayor, hasta que un amigo le dijo con crudeza que aquello no le daría de comer. “Búscate cualquier cosa para vender”, le aconsejó. Entonces Moisés recordó lo que había aprendido en Cuba: el instinto de comerciante. Compró 24 pares de tenis y trató de abrirse camino, pero la competencia lo superó rápidamente. Lejos de rendirse, buscó nuevas oportunidades.

De España se fue a Estados Unidos y destino le sonrió en Hialeah, cuando un médico cubano lo presentó a un comerciante con una tienda de ropa. Moisés comenzó a venderle mercancía y, poco después, el propio dueño —arruinado— le ofreció traspasarle el negocio por 5,000 dólares. Con un préstamo, Moisés lo compró. Ese fue el punto de partida de una cadena que, con el tiempo, llegó a contar con 36 tiendas en todo Estados Unidos, desde Nueva York hasta Las Vegas.

Su fórmula, asegura, no fue un secreto: la honestidad. “Yo cuido más el dinero de mis clientes que el mío. Nunca nadie ha podido decir: ‘Moisés me engañó’”. Esa ética lo convirtió en referente dentro de la comunidad cubana, donde muchos empresarios que hoy son millonarios comenzaron de su mano.

El éxito también tuvo un componente familiar. Sus hijas crecieron trabajando en las tiendas, administrando locales y aprendiendo del oficio. Moisés soñó con abrir cien, pero la familia puso el freno en la tienda número 36. “Era demasiado desgaste”, reconoce.

A pesar de haber construido un emporio en Estados Unidos, Moisés nunca se desligó de la causa cubana. Participó en colectas, apoyó a exiliados y mantuvo un principio inquebrantable: no negociar con el régimen. “Ni voy a Cuba, ni mando mercancía, ni hago negocios con ellos. Esa es mi filosofía”.

Hoy, después de más de 45 años en el exilio, su historia resume la de muchos cubanos que llegaron sin nada y lograron prosperar gracias a la tenacidad, la astucia y la palabra cumplida. Pero Moisés no olvida: “El problema de Cuba es el miedo. Fidel sembró un terror tan grande que paralizó a la gente. Yo espero que algún día seamos libres”.

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Augusto César San Martín

Graduado en Licenciatura en Derecho Penal. Comenzó a ejercer el periodismo en 1996, colaborando con el periódico Cubafrepress. Superó los estudios de estándares internacionales de periodismo, lo que le posibilitó su trabajo en diferentes medios de comunicación en Cuba y el extranjero, haciendo prensa escrita, audiovisual y multimedia. ¨Poder hacer periodismo es una necesidad que le agradezco al destino¨.

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