Nayib Bukele será reelegido como presidente de El Salvador para un nuevo mandato de 5 años tras lo que parece una victoria aplastante en las elecciones de este domingo a falta de oficialización.
Con el 31,4% de las actas procesadas hasta las 12 de la madrugada de este lunes, Bukele computa 1,295,888 votos y aventaja de manera contundente a Manuel Flores, candidato del FLMN, su rival más cercano, que cuenta con 110,244 votos.
Antes de que se publicaran resultados oficiales, ya Bukele se había declarado vencedor.
“De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea”, aseguró Bukele en un tuit donde convocó a sus partidarios a celebrar en Palacio Nacional.
“El récord en toda la historia democrática del mundo. Nos vemos a las 9pm frente al Palacio Nacional. Dios bendiga a El Salvador”, agregó.
Pasadas las 10 de la noche, Bukele se dirigió a sus partidarios en lenguaje grandilocuente proclamando a El Salvador como “el país más seguro del hemisferio occidental” en un discurso donde cargó contra la prensa y los organismos de derechos humanos.
“Si el pueblo salvadoreño quiere esto, porque va a venir un periodista español a decirnos lo que tenemos que hacer”, dijo entre los vítores de la multitud, reivindicando su victoria en “la guerra contra las pandillas”.
“Yo les pregunto, a estos organismos, a estos gobiernos de naciones extranjeras, le pregunto a estos periodistas: ¿por qué desean que nos maten?, ¿por qué desean ver sangre de salvadoreños?, ¿por qué no están felices de que en nuestro país ya no corre la sangre que corría antes?, ¿por qué debemos morir nosotros y nuestros hijos, para que ustedes estén contentos de que estamos respetando su falsa democracia?”, agregó.
Tras votar en la jornada de este domingo, que transcurrió sin grandes incidentes, Bukele ofreció una conferencia de prensa en tono confrontativo en donde aseguró “que es la primera vez que El Salvador tiene democracia” y negó que modificará la Constitución para promulgar la reelección indefinida.
“En mi definición de democracia nosotros no estamos reemplazando la democracia, nosotros estamos trayendo la democracia a El Salvador, que lo que ha vivido es el control de dos élites no solo corruptas, sino además asesinos”, dijo ante los cuestionamientos sobre la inconstitucionalidad de su reelección.
Pese a que la Constitución de El Salvador prohíbe los mandatos presidenciales consecutivos, en 2021, el máximo tribunal del país, integrado por jueces designados por Nuevas Ideas, el partido de Bukele que controla el legislativo, dictaminó que el presidente podía presentarse a un segundo mandato.
La victoria de Bukele en las elecciones presidenciales de este domingo era esperada y el margen de la victoria pondría a prueba la popularidad de un presidente que algunas encuestas sitúan como el más popular de América Latina y cuyos índices de aprobación rondan el 90%.
La aplastaste victoria supone un espaldarazo a su política de seguridad que, a la vez que ha reducido considerablemente los índices de violencia en el país y desarticulado el crimen organizado, ha sido acusada por numerosos organismos internaciones de violatoria de los derechos humanos.
Bukele ha declarado el estado de excepción que se renueva mensualmente, militarizado El Salvador y creado megaprisiones para pandilleros, como el publicitado el Centro de Confinamiento del Terrorismo.
A la vez, sobre su política de seguridad de mano dura, durante la cual 76.000 personas han sido encarceladas, de ellas sin sentencia judicial un 90%, penden cientos de denuncias de tortura y desaparición.
