MÉRIDA, México -. El periodista independiente Carlos Michael Morales Rodríguez, quien acaba de cumplir una condena de dos años por manifestarse el 11J en Caibarién, fue detenido el pasado sábado y acusado de desobediencia.
Morales fue citado el sábado en la mañana en la estación de Instrucción Policial conocida como el Vivac, de Caibarién, Villa Clara, dijo a Martí Noticias el activista Arcelio López Rojas.
Tras acudir a la citación, se le impuso un cargo por desobediencia y quedó bajo arresto.
Tras su liberación el pasado 5 de marzo, el periodista independiente había sido amenazado por la policía política con una nueva condena si continuaba realizando su labor.
El expreso político había sido citado con anterioridad en dos ocasiones, a las que no había asistido.
En una de esas ocasiones, la Fiscalía Municipal de Caibarién confirmó la ilegalidad del aviso, que no cumplía los requerimientos legales, tras el también promotor de Cuba Decide haber interpuesto una queja verbal.
El sábado en la noche, Morales Rodríguez fue sacado de la unidad policial, pero se desconoce a dónde lo llevaron, quizá al hospital, pues padece de hipertensión, dijo López Rojas.
Salida de prisión
En marzo, tras salir de prisión, exultante, el periodista manifestó a CubaNet sentir mucha alegría por salir libre y aseguró que no tenía forma de expresar su emoción.
A su salida de prisión, Carlos Michael expuso todas las dificultades que vivió durante el tiempo que estuvo tras las rejas. Según sus propias palabras fue “objeto de torturas físicas y psicológicas”, estuvo “constantemente en celdas tapiadas y en el régimen de Guamajal”.
La represión contra él fue constante ya que nunca traicionó sus principios y no pudieron doblegarlo.
El periodista independiente contó que siempre que los guardias quisieron violarle sus derechos, él se manifestó públicamente en la institución carcelaria donde estuviera, ya que pasó por todas las prisiones de la provincia de Villa Clara. En otras ocasiones, se declaró en huelga de hambre para repeler las acciones represivas ordenadas por la Seguridad del Estado en contra de su persona.
Debido a todas las vicisitudes que vivió encarcelado, el activista declaró que no se encontraba bien de salud, estaba “extremadamente delgado, pesando menos de 100 libras”. Las diversas huelgas de hambre que llevó a cabo, como la última que realizó en protesta por la golpiza que el oficial Félix Bucarí junto al mayor Rolando y al jefe de la prisión, Yoandy Maceo Peña, le propinaran en Guamajal, lo debilitaron.
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