LEÓN, México.- El régimen cubano aseguró que el país registró en 2023 una mortalidad infantil de 7.1 por cada 1.000 nacidos vivos frente a los 7.5 reportados el año anterior, reportó el Ministerio de Salud Pública (MINSAP). Además, se produjeron solo 90.374 nacimientos, 5.000 menos que el año previo.
Los números representan 74 fallecidos menos que en 2022, año en que se reportó una tasa de 7.5. Sin embargo, la falta de transparencia del régimen impide corroborar si se trata de una información real.
Según las cifras oficiales, las provincias con las mayores tasas este 2023 fueron La Habana (7.9), Santiago de Cuba (8), Guantánamo (9) y Mayabeque (9.1), según las cifras oficiales.
Los lugares con registros más bajos correspondieron a Pinar del Río (3.1), Artemisa (3.9), Holguín (4.7), Sancti Spíritus (4.8), Villa Clara (5.7) y Matanzas (6.9).
Las autoridades sanitarias se congratulan por haber disminuido la mortalidad infantil, debido a la “entrega y amor a su profesión de los médicos” y pese al “bloqueo”, al que achacan la carencia de recursos en los hospitales.
Únicamente 25 municipios, de 168, no reportaron fallecidos menores de un año. Las muertes en este rando de edad se ubicaron en Pinar del Río (cuatro); otras cuatro en Artemisa (Guanajay, Güira de Melena, Alquízar y Candelaria); una en La Habana (Regla); una en Mayabeque (San Nicolás) y cuantro más en Matanzas (Martí, Pedro Betancourt, Calimete y Los Arabos).
Una vez más, el gobierno cubano utiliza estos datos para apuntalar su discurso triunfalista sobre el sistema de Salud en Cuba, en medio de fuertes críticas por el deplorable estado de los hospitales y las dificultades para acceder a los servicios básicos.
Mortalidad infantil en Cuba
Las muertes se debieron, fundamentalmente, al bajo peso al nacer, la prematuridad y el retardo del crecimiento intrauterino. También incidieron las malformaciones congénitas y la sepsis adquirida.
Sin ahondar en las causas por las cuales los recién nacidos pierden la vida, la nota se limitó a explicar que la mortalidad infantil por defectos congénitos es la tasa que más desciende en la Isla y constituye el mejor indicador de su tipo en “las Américas”.
Según los datos oficiales, hubo 35 fallecidos menos de niños en edad preescolar. Por otra parte, señalaron 28 decesos menos en edad escolar, respecto al 2022, sin señalar la cantidad de occisos.
Las cifras siguen indicando un 82% más de decesos que en 2018, cuando hubo 3.9 por cada mil nacidos vivos. No obstante, las autoridades siguen premiando su esfuerzo y se escudan en las “limitaciones” impuestas por el “bloqueo”, sin mencionar el éxodo masivo de médicos y la crisis generalizada del sistema sanitario.
Aunque el régimen celebra el 7.1 como “todo un regalo al pueblo”, parece bien lejano de los países con más bajas de tasas de mortalidad. Entre estos se ubican los países de la Unión Europea y algunos de Oriente, encabezados por Eslovenia y Singapur (1.5), España y Portugal (2.4).
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