MÉRIDA, México -. El activista Alberto Turis Betancourt Pérez, que se encontraba detenido arbitrariamente desde el miércoles pasado, fue liberado este viernes tras pagar una multa y recibir amenazas de la Seguridad del Estado.
Tras asistir a una citación en la estación policial de Dragones, en La Habana, para una “entrevista de interés policial”, el activista fue trasladado a la unidad de Marianao, donde lo mantuvieron en un calabozo por unas cuatro horas, según relató a Martí Noticias.
Luego, fue llevado a la unidad de Playa, donde le formularon una denuncia por desobediencia y le confiscaron su teléfono celular.
Durante su detención, fue amenazado por la Seguridad del Estado con consecuencias legales si continúa su activismo.
Además, en el interrogatorio le dieron a elegir entre el exilio y una casi segura sentencia de cárcel.
Asimismo, fue cuestionado sobre su participación en la campaña de ayuda a Amanda, la niña cubana que lleva más de un año esperando por un trasplante de hígado.
Turis debió pagar antes de su liberación una multa de 30 pesos por desorden público, debido a la protesta que realizó con un cartel en su calle en La Habana Vieja.
Recientemente, Betancourt había salido a la calle a protestar debido a la contaminación del agua en su calle de La Habana Vieja.
Según denunció en su perfil de Facebook, el día de la protesta dos sujetos sin identificar se situaron en la esquina de su casa y las patrullas policiales iniciaron recorridos alrededor de la vivienda con mucha frecuencia.
Acoso sistemático
Citaciones, interrogatorios, multas, y asedio policial lo han acompañado durante su activismo.
También le han restringido sus comunicaciones, le han quitado frecuentemente la internet y han cancelado su línea telefónica a finales de 2023.
En 2022, además, fue detenido de forma arbitraria en la vía pública y trasladado a Villa Marista, centro de operaciones de la Seguridad del Estado.
Alberto Turis Betancourt Pérez recorrió las calles de la capital pidiendo ayuda para la niña Amanda Lemus Ortiz, y denunció en entrevista con CubaNet que su hijo de 15 años fue golpeado por una veintena de jóvenes que, además, amenazaron con apuñalarlo.
Los hechos ocurrieron en la noche del pasado jueves, muy cerca de su hogar, en La Habana Vieja. El entrevistado sospechaba que la mano de la Seguridad del Estado está detrás del incidente, aunque también aseguró que no tiene pruebas.
Al día siguiente [viernes 23 de febrero], explicó, fue llamado a presentarse a la estación de la PNR, donde le entregaron el papel de la denuncia formulada por él, la cual, dijo, solo traía plasmado la mitad de lo denunciado en la estación policial.
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