El guantanamero alcanzó una marca muy alejada de los 17,34 metros que tiene como su mejor resultado en la presente temporada.
Tuvieron como rivales a Vyacheslav Krasilnikov y Vladislav Reinson, contra quienes no habían jugado anteriormente.
Con un lanzamiento de 66,14 metros, Guillermo Varona estableció récord de América y alcanzó su mejor marca personal.
Con la victoria del velocista aún restan otras nueve preseas para alcanzar el pronóstico de las autoridades deportivas cubanas.
Andy Díaz ganó la Golden Gala Pietro Mennea por el salto más largo de la jornada, pero no clasificó a la final en Bruselas.
En la explanada de La Piragua el pentacampeón demostró una vez más su devoción por el dictador Fidel Castro.
Nada mejor podía ocurrírseles a los organizadores de los CDR para celebrar a los olímpicos cubanos: cake con una bandera, ron Don Diego, sirope y un collage de Fidel.
Ni siquiera la tradicional nave insignia, el boxeo, pudo sacar la cara por la delegación oficial de la Isla: de cinco concursantes, solo uno llegó a la discusión del título de su categoría.
En la Isla, existen dos políticas de pago para los atletas, aunque no hay certeza de que en esta ocasión entreguen algún estímulo monetario a los asistentes a París.
“Ya tengo 50 años, y me gustaría algún día trabajar en un equipo nacional para transmitir allí mis experiencias como jugador”, comenta el exfutbolista.
El guantanamero alcanzó una marca muy alejada de los 17,34 metros que tiene como su mejor resultado en la presente temporada.
Tuvieron como rivales a Vyacheslav Krasilnikov y Vladislav Reinson, contra quienes no habían jugado anteriormente.
Con un lanzamiento de 66,14 metros, Guillermo Varona estableció récord de América y alcanzó su mejor marca personal.
Con la victoria del velocista aún restan otras nueve preseas para alcanzar el pronóstico de las autoridades deportivas cubanas.
Andy Díaz ganó la Golden Gala Pietro Mennea por el salto más largo de la jornada, pero no clasificó a la final en Bruselas.
En la explanada de La Piragua el pentacampeón demostró una vez más su devoción por el dictador Fidel Castro.
Nada mejor podía ocurrírseles a los organizadores de los CDR para celebrar a los olímpicos cubanos: cake con una bandera, ron Don Diego, sirope y un collage de Fidel.
Ni siquiera la tradicional nave insignia, el boxeo, pudo sacar la cara por la delegación oficial de la Isla: de cinco concursantes, solo uno llegó a la discusión del título de su categoría.
En la Isla, existen dos políticas de pago para los atletas, aunque no hay certeza de que en esta ocasión entreguen algún estímulo monetario a los asistentes a París.
“Ya tengo 50 años, y me gustaría algún día trabajar en un equipo nacional para transmitir allí mis experiencias como jugador”, comenta el exfutbolista.
