LA HABANA, Cuba.- Luego de ser secuestrado durante ocho días mediante desaparición forzosa, el reportero independiente y activista por los derechos humanos Yoel Acosta Gámez fue amenazado por la Seguridad del Estado cubana con vigilarlo y “mandar a una persona a que me de golpes en la calle”, así como con “quitarme todos los medios de trabajo que lleve encima”.
Acosta, colaborador de la agencia audiovisual independiente Palenque Visión, y residente en la localidad de Bohórquez, Baracoa, estuvo privado de la libertad y en paradero desconocido desde el pasado 11 de mayo —cuando regresaba a su casa después de realizar un trabajo periodístico a una familia “en situación de pobreza y vulnerabilidad extrema” — y hasta el día 19.
“El día 11 fui detenido frente al policlínico de La pasada por autoridades de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), quienes, sin una orden correspondiente, me apresaron arbitrariamente, me trasladaron hacia la unidad de La Punta y más tarde hacia la unidad de la policía de la ciudad de Guantánamo, en el parque 24 de febrero”, cuenta.
Según Acosta Gámez, “allí fui atendido de forma abusiva por oficiales de la Seguridad del Estado, me maltrataron psicológicamente, me ofendieron y amenazaron con encarcelarme”.
El activista estuvo secuestrado ocho días por la policía política de Guantánamo “sin que mi familia supiera nada de mí”. Luego fue llevado hacia la unidad policial del municipio Imías, donde también fue amenazado por los oficiales y le decomisaron una cámara fotográfica, un teléfono celular y 1 820 pesos.
“Según ellos todos estos equipos se quedaron bajo decomiso porque eran utilizados para hacer acciones subversivas en contra del país. Ellos le llaman acciones subversivas a hacer video reportajes sobre personas que viven en condiciones infrahumanas de vivienda y que llevan años sin ser atendidos por el gobierno”, explica.
El reportero denuncia que luego de ser puesto en libertad lo dejaron a más de dos kilómetros de la unidad de policías de Imías, y a más de 120 de su municipio, sin dinero y sin carnet de identidad, el cual también fue sustraído por la policía.
“Gracias a una persona que pasó en un camión y se dirigía hacia Baracoa pude llegar a mi casa, sin dinero y débil por la falta de alimentación, pues estuve los últimos dos días en el calabozo sin comer, en protesta por mi libertad”.
Yoel Acosta y su esposa Alisannis Lores Furones son pacientes de VIH/SIDA desde hace 12 años. Debido a su condición médica no solo necesita alimentarse, sino tomar sus medicamentos periódicamente: la zidovudina, lamivudina, nevirapina, ya que si no lo hace bajan las defensas de su cuerpo.
Su esposa Alisannis, a los tres días de encontrarse Yoel en paradero desconocido, se trasladó hacia la ciudad de Guantánamo para averiguar dónde estaba y poder verlo, pero “la engañaron diciéndole que yo no estaba allí”.
El 18 de mayo Lores Furones, asistida legalmente por la Organización No Gubernamental (ONG) independiente Cubalex, entregó una solicitud de procedimiento especial de Habeas Corpus al Tribunal Provincial Popular de Guantánamo.
Un día después Yoel Acosta fue liberado a más de 100 kilómetros de su casa sin sus pertenencias personales.
El activista, miembro de la Unión Patriótica de Cuba, ha sido detenido en varias ocasiones y también en la penúltima ocasión “fue advertido de ir a prisión si seguía realizando video reportajes sobre temas delicados”, según declaró su esposa.
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