MIAMI, Estados Unidos. – Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, CubaNet conversó con Rannelys Trujillo, una joven cubana de 20 años que se encuentra retenida en un centro de migrantes en la ciudad de Nikoláyev, a casi 200 kilómetros de Kiev, la capital de Ucrania.
Trujillo forma parte de un grupo de nueve cubanos ―seis hombres y tres mujeres― que cruzaron la frontera entre Rusia y Ucrania pocas semanas antes del inicio del ataque lanzado por el Kremlin contra el país de Europa del Este.
“Cuando cruzamos la frontera nos cogieron aquí en Ucrania y desde ese entonces ya hemos estado en diferentes centros [de detención de migrantes]”, explica la joven.
Las autoridades ucranianas “tenían la intención de sacarnos para Serbia, pero empezó el ataque ruso y no nos dio tiempo a salir de aquí”, lamentó.
Asimismo, indicó que su situación era muy “difícil”. “Vemos cómo los aviones pasan por encima del local donde estamos, cómo suenan las bombas a poca distancia. Apenas podemos dormir de noche debido al miedo que tenemos. Dormimos ya cuando el sueño nos vence porque tenemos miedo a acostarnos a dormir y… Nos podemos acostar pero podemos no amanecer al otro día”, dijo.
Trujillo también apuntó que las autoridades ucranianas no les han dicho cuáles serían los siguientes pasos en su caso. “No nos dicen nada. Nos tienen aquí a esperar a ver”, apuntó.
A las organizaciones internacionales les solicitó que los ayuden a salir de Ucrania. “Es una situación bastante dura, dolorosa. Queremos salir de esto, que la gente de buena voluntad nos ayude”, pidió.
Esta semana, la pareja de Trujillo, que también se encuentra retenida en el mismo centro de migrantes, dijo a CubaNet que pese al conflicto bélico las autoridades ucranianas han descartado deportar a los cubanos.
La esperanza del grupo, dijo, es ser trasladado a Serbia o a algún otro país a través de un corredor humanitario.
El cubano sostiene que la guerra ha sido devastadora para el pueblo ucraniano y que desde el centro de detención donde se encuentran pueden sentir el fuego y las bombas. “Desde aquí sentimos las bombas. Hay mucha destrucción. Esto ha sido terrible”, apuntó.
Hace varios días el grupo de cubanos logró captar desde su ventana imágenes de aviones rusos que participan en los ataques e, incluso, la humareda provocada por una bomba.
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