LA HABANA, Cuba. – Unos días antes de este Primero de Mayo, tuvo lugar el CXV Pleno del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC). Y, a pesar del esfuerzo del diario oficial Trabajadores por brindar una apreciable cobertura a los momentos menos desfavorables para el castrismo en dicho pleno, como la rendición de cuentas del Ministerio de las Fuerzas Armadas al movimiento sindical ―esa farsa que se repite año tras año―, fue inevitable que trascendieran en la cita los fracasos del sindicalismo oficialista, así como las difíciles condiciones en que desenvuelven su labor los trabajadores cubanos.
Se informó que durante 2023 un total de 765 empresas estatales incumplieron con los niveles previstos de productividad del trabajo, mientras que otras 985 entidades no fueron capaces de lograr las metas en cuanto a la producción de bienes o la prestación de servicios a la población.
Graves problemas salieron a relucir en lo referido a la distribución de las utilidades creadas en el proceso productivo. Algunas unidades empresariales de base (UEB) cumplieron sus planes productivos y crearon utilidades. Sin embargo, comoquiera que se subordinan a una empresa, y esta, lamentablemente, tuvo pérdidas por su mala gestión administrativa, dichas UEB no pudieron distribuir las utilidades creadas entre sus trabajadores. Se trata de una consecuencia del burocrático y verticalista sistema empresarial cubano, que desestimula a los que verdaderamente se esfuerzan por crear las riquezas del país.
Por otra parte, la bancarización ordenada por las autoridades fue también muy criticada en el Pleno. El déficit de cajeros automáticos en varios territorios, unido a la poca disponibilidad de efectivo en muchas agencias bancarias, provocaron que buena parte de los trabajadores afrontaran problemas para poder cobrar sus salarios.
Al cierre de febrero de este año, un total de 339 empresas estatales reportaban pérdidas en sus estados financieros, una situación que inevitablemente repercutirá negativamente en los ingresos de sus trabajadores.
Gran alarma causó entre los funcionarios de la CTC la creciente tendencia hacia la desafiliación de los trabajadores al sindicalismo oficialista. Este es un fenómeno que se manifiesta con particular relieve entre los trabajadores del sector no estatal, cuyo 17,9% ―calculado en más de medio millón de trabajadores― pertenece a algún sindicato adscripto a la CTC.
No obstante, y como muestra también de la apatía de los trabajadores estatales hacia los sindicatos oficialistas, otra información aparecida en la misma edición de Trabajadores da cuenta de que 15.500 integrantes del Sindicato de la Industria Alimentaria y la Pesca dejaron de pertenecer a la CTC en 2023.
Mas, lo peor para los oficialistas de la CTC fue enterarse de que entre los trabajadores de la Alimentación y la Pesca existe el criterio de que las asambleas sindicales de la CTC son una pérdida de tiempo, y que nada se soluciona en esos cónclaves.
Eso es algo que debe de haber caído como el clásico “cubo de agua fría” sobre las cabezas de Ulises Guilarte de Nacimiento, el mandamás de la CTC, y el resto de sus secuaces. Esos personajes siempre han insistido en que esas asambleas posibilitan la materialización de la “democracia participativa”, que supuestamente les permite a los trabajadores tomar parte en el gobierno del país.
Claro, y no podía faltar en este pleno el señalamiento de que la galopante inflación, y el continuo ascenso del dólar en el mercado informal, están afectando significativamente la capacidad adquisitiva de los salarios y las pensiones del cubano de a pie.
Si tenemos en cuenta el salario promedio del país, unos 4.500 pesos, y el valor del dólar en el mercado informal (más o menos 360 pesos cubanos), obtenemos que un trabajador estatal promedio gana alrededor de 12 dólares al mes. Y un pobre jubilado debe sobrevivir con algo más de cuatro dólares mensuales.
Evidentemente, nada tienen que festejar los cubanos este Primero de Mayo. Para ellos, en lugar del Día Internacional de los Trabajadores, bien podría tratarse del Día Nacional del Desamparo.
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