MADRID, España.- La Alianza Cubana por la Inclusión presentó la Guía sobre violencias políticas contra las mujeres en Cuba que, como definió la plataforma Yo Sí Te Creo En Cuba, es un material destinado a crear conciencia sobre este problema.
La investigación, a cargo de Sara Cuba, Marthadela Tamayo y Zelandia Pérez fundamentalmente, tiene el objetivo de que las mujeres cubanas aprendan a reconocer cuándo están en presencia de esta forma de violencia de género, que afecta a gran parte de la población femenina en Cuba.
Al respecto, el texto señala que en el país existe una fusión entre la violencia personal y la institucional; que está instalada de manera cada vez menos silenciosa en la sociedad y en numerosas familias.
Aunque la violencia de género no es exclusiva de Cuba, sí es el único país del hemisferio occidental que no tipifica como delito la violencia contra la mujer, ya que en el resto se han adoptado medidas contra este problema, apunta el documento.
Además, expone que en la Isla las mujeres se encuentran ante un panorama desalentador en cuanto al reconocimiento de sus derechos a una vida libre de violencia; situación que se ve aún más precarizada cuando se trata de violencia política.
En la guía se define “violencia política contra las mujeres” como “aquella que, fundada en razones de género, y mediando hostigamiento, descrédito, persecución, y amenazas, impide, castiga o limita el desarrollo de la vida política de las mujeres y obstaculiza su derecho a participar en los asuntos públicos en condiciones de igualdad con los hombres”.
Con el objetivo de crear conciencia y ayudar a las mujeres ante este problema, la investigación precisa los tipos de violencia política.
Tipos de violencia política
Violencia Psicológica: En el contexto político que atraviesan las mujeres en Cuba, esto puede incluir amenazas de violencia física o sexual, difamación y acoso a través de las redes sociales con la intención de perjudicar la imagen de las mujeres.
Ciberacoso: Comprende actos de persecución, amenazas, hostigamiento y otras manifestaciones de violencia en redes sociales, principalmente: burlas, hackeo de cuentas, divulgación de información confidencial, difusión de falsedades, o de imágenes humillantes.
Violencia Económica y Patrimonial: Implica un comportamiento coercitivo para controlar el acceso a los recursos económicos, así como actos que afecten la supervivencia de la víctima.
Violencia Sexual: Comprende actos sexuales e intentos de actos sexuales por coerción, incluyendo comentarios o insinuaciones sexuales no deseadas con el fin de obligar a las mujeres a “intercambiar” favores sexuales para obtener algún beneficio político, conseguir financiamiento para sus proyectos y campañas o simplemente como castigo por pretender hacer política.
Hostigamiento, Vigilancia e Invasión a la Privacidad: Esto hace referencia a la invasión a la vida en espacios físicos y digitales. Las mujeres cubanas en la esfera político-pública atraviesan este tipo de violencias comúnmente en las redes sociales, donde son víctimas de ataques misóginos por parte de bots, múltiples mensajes de acoso e intimidación, acceso no autorizado a sus cuentas y a sus conversaciones privadas, etc.
Difamación y desprestigio: Son agresiones sistemáticas y planificadas con el fin de dañar la imagen de las mujeres y desacreditarlas debido a sus visiones políticas e ideológicas. Este tipo de difamación tiene el fin de perjudicar la imagen y la credibilidad, a través de información falsa, manipulada o fuera de contexto.
Violencia Simbólica: Juicios continuos contra las mujeres en los medios de comunicación y en la publicidad, basados en prejuicios y estereotipos que perjudican la imagen de las mujeres como lideresas políticas eficaces; con el objetivo de limitar sus derechos políticos.
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