MIAMI, Estados Unidos. – Unos 872 migrantes cubanos solicitaron refugio en México solo en el mes de enero de 2023, informó recientemente la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).
En la lista de nacionales que más pidieron asilo en el país azteca, los cubanos alcanzaron el cuarto lugar, solo superados por haitianos (4305), hondureños (2837) y venezolanos (1337).
De enero a noviembre de 2022, unos 17 487 migrantes cubanos solicitaron asilo en México, lo que ubicó a la Isla en el segundo lugar de la lista de países que más solicitudes de asilo presentaron.
Cuba vive una crisis migratoria sin precedentes, donde no solo se cuentan los nacionales que viajan a Nicaragua y emprenden la travesía hasta la frontera sur de Estados Unidos atravesando México, sino también los balseros interceptados por la Guardia Costera del país norteño.
A inicios de este año, unos 5000 migrantes de diversos países, entre ellos un número no precisado de cubanos, protestaron la frontera sur de México, adonde ingresaron por la fuerza para dirigirse a las oficinas de COMAR, según reportaron medios internacionales.
En enero de este año también trascendió que unos 5961 migrantes cubanos cruzaron la selva del Darién ―frontera natural entre Panamá y Colombia― en 2022, según datos publicados por el Gobierno panameño.
Asimismo, recientemente trascendió que 4 241 migrantes cubanos habían solicitado refugio en Brasil, una cifra récord. Después de los venezolanos, los cubanos fueron la segunda nacionalidad que más solicitudes de refugio hicieron, según los datos del Observatorio de las Migraciones Internacionales de Brasil (OBMigra).
La crisis migratoria que vive actualmente Cuba es la mayor hasta ahora desde 1959. Los registros de la cantidad de cubanos que el pasado año entraron a Estados Unidos por agua o mar pulverizan cualquier otro registro precedente.
En definitiva, en las penurias económicas y la falta de libertades elementales que padecen los cubanos está la base de la sangría que vive la Isla, por mar y tierra. Los cubanos saben, como lo demostraron el 11 de julio de 2021, que es una crisis estructural sin una solución a mediano plazo.
