LA HABANA, Cuba.- Después de 57 días detenido por participar en las protestas del 11 de julio (11J) en la Isla de la Juventud, este 7 de septiembre fueron liberados bajo fianza de 2 000 pesos Ramón Salazar Infante, presidente del Partido Autónomo Pinero (PAP), y Francisco Alfaro Diéguez, integrante del PAP.
Ambos activistas se hallaban cumpliendo medida cautelar de prisión preventiva en la cárcel del territorio conocida como “El Guayabo”. Salazar Infante explicó a CubaNet las condiciones en las que permanecieron durante esos días: celdas de aislamiento pequeñas y fétidas, en las que abundaban ratones, cucarachas, mosquitos y hormigas, y con camas de hormigón en donde tenían que dormir directamente porque el colchón aumentaba el calor.
Actualmente se encuentran en espera de juicio por el supuesto delito de “desorden público”, por el cual pudieran ser condenados a entre tres meses y un año de privación de libertad.
El 11J se desarrollaron protestas contra la dictadura cubana en más de cuarenta localidades del país. Prisoners Defender (PD) estima que ese día, y en las jornadas posteriores, fueron arrestadas entre 6 000 y 8 000 personas.
En la Isla de la Juventud detuvieron a alrededor de una quincena de activistas del PAP; algunos fueron liberados en los días siguientes con multas. Al igual que Salazar Infante y Alfaro Diéguez, al menos cuatro de los integrantes del PAP se hallan bajo fianza. Continúa detenido, en la estación policial del territorio, Juan Luis Sánchez González; en este caso, además de “desorden público”, se le imputa el delito de “atentado”.
“Hoy más que nunca reafirmamos nuestro compromiso de entregar una Cuba nueva, donde ningún cubano sea humillado por manifestar sus ideas políticas, donde ningún cubano tenga miedo a expresar lo que siente, donde ningún cubano tenga que abandonar su país para ir a disfrutar, en un lugar ajeno, de libertaddes y derechos. La libertad ha tocado a nuestras puertas, no la vamos a dejar escapar”, declaró Salazar Infante a CubaNet.
En su más reciente informe mensual, PD realiza un “tenebroso balance del 11J”, en el cual documenta más de 5 000 detenidos, de ellos mil quinientos con medidas de limitación de libertad, y 381 presos y condenados políticos certificados, de los cuales 117 fueron incluidos en el mes de agosto.
El “11J no ha sido solo un ataque contra el pueblo cubano. Ha sido una agresión contra el ser humano como especie. La articulación de la represión ha sido un experimento exitoso a corto plazo de control y sometimiento de la especie humana mediante la violencia, la censura, la técnica mediática, las relaciones internacionales, y la pasividad de otros gobiernos, como el español y el europeo, que han preferido visualizar la obra de teatro puesta en marcha sin tomar partido tajante e irrestricto por la defensa inmediata, efectiva y profunda de la integridad física, derecho a la libertad y derechos más fundamentales de miles de seres humanos”, denunció la organización defensora de derechos humanos con sede en España.
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