MADRID, España.- El preso político cubano Andy García Lorenzo, encarcelado durante más de un año y medio por su participación en las protestas populares del 11 de julio de 2021 (11J), está siendo víctima de torturas psicológicas, golpes, y malos tratos en el campamento de trabajo donde permanece recluido desde mayo pasado.
La denuncia sobre su situación fue hecha a través de Facebook por su hermana, Roxana García Lorenzo, quien explicó además que este jueves su padre se presentó al centro penitenciario para entregar a los oficiales una jaba de alimentos, pues Andy se quedó sin comida y no le corresponde visita hasta dentro de una semana.
“Se nota que no son ustedes los que tienen que estar pasando hambre, encerrados tras unos barrotes de hierro por solo pedir LIBERTAD”, dijo la joven.
Roxana García Lorenzo aseguró además que la familia continuará exigiendo su liberación: “No nos callamos, ni ahora, ni mañana, ni pasado. ¡Esto es hasta verle libre!”.
Andy García, de 24 años de edad, fue violentamente detenido el 11 de julio de 2021 y sentenciado a cuatro años de privación de libertad por participar en las protestas populares de ese día. En mayo de 2022 fue excarcelado durante cinco días, y devuelto a prisión, esta vez a un campamento de trabajo para reclusos. El joven se ha negado a trabajar y las autoridades del penal lo mantienen aislado del resto de los encarcelados.
Debido a las constantes denuncias y expresiones de apoyo, la familia de Andy García Lorenzo estaba bajo constante acoso por parte de los órganos represivos cubanos. Su cuñado, Jonathan López, y el padre de este, Pedro López, tenían un proceso de investigación abierto por los presuntos delitos de “desobediencia” e “instigación a delinquir”, respectivamente. Ambos, junto a su hermana, Roxana García, habían sido igualmente detenidos en varias ocasiones y permanecido bajo vigilancia policial.
Por estas razones, Pedro López, su esposa, Jonatan López y su hermano, tuvieron que salir de Cuba a comienzos del mes en curso y se encuentran en un campo de refugiados en Alemania, a la espera de una vista oral que les permitiría iniciar los trámites para solicitar asilo. El proceso, una vez autorizado por un juez, podría durar entre seis meses y dos años.
En reciente entrevista con CubaNet, Pedro y Jonatan López, activistas por los derechos humanos en Cuba, explicaron que ambos habían recibido un ultimátum por parte de la Seguridad del Estado: si no salían de Cuba inmediatamente, Pedro iría a juicio y de ahí a prisión; mientras que a Jonatan se le abriría un nuevo caso al amparo del artículo 143 del nuevo Código Penal, que entrará en vigor en diciembre próximo.
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