MADRID, España.- Amanda Lemus Ortiz, la niña cubana de dos años que necesita con urgencia un trasplante de hígado, y su familia, recibieron la tan esperada noticia: la pequeña obtuvo una visa humanitaria para viajar fuera de Cuba y acceder al procedimiento médico que puede salvarle la vida. La falta de recursos económicos y humanos en la Isla ha impedido que se realice el trasplante necesario para Amanda.
La activista Yamilka Lafita, también conocida como Lara Crofs en las redes sociales, quien ha estado siguiendo de cerca el caso de la niña, anunció en su perfil de Facebook: “¡Amanda ya tiene visa! ¡Se logró! Seguimos”. Aunque no especificó el país que otorgó la visa, Lafita ha compartido sobre gestiones en varias embajadas en publicaciones anteriores.
Amanda ha sido el foco de una campaña en la plataforma de recaudación GoFundMe. La pequeña sufre de atresia de las vías biliares y ha estado esperando un trasplante de hígado durante un año. La campaña, organizada por activistas cubanos para costear los gastos de la operación de Amanda fuera de Cuba, logró alcanzar su objetivo de recaudar 20.000 dólares el pasado 10 de febrero.
Sin embargo, ha habido dificultades para retirar los fondos. Lafita había mencionado previamente el interés de dos hospitales en el caso de Amanda, aunque no proporcionó detalles sobre ellos. Agregó que los padres estaban en proceso de completar las solicitudes enviadas por estas instituciones de salud y seguir los pasos indicados.
A Milagros, su madre, “le han llegado emails de los hospitales con los que hemos entrado en contacto para pedir ayuda y presentar el caso. Hay varias solicitudes (planillas) que llenar y que responder con atención y detenimiento, pues son cuestionarios donde se solicitan muchísimos datos del caso”, había explicado la activista a mediados del mes en curso.
En esa ocasión también señaló que dos de los hospitales con que estaban en contacto solicitaron una carta médica que debe explicar que Cuba no cuenta con los recursos disponibles para realizar el trasplante, pero el MINSAP alega que no está autorizado a dar dicho documento.
El caso de Amanda
Amanda, de solo dos años, diagnosticada con atresia de las vías biliares, lleva más de un año esperando por un trasplante de hígado. Durante ese tiempo su vida ha sido prácticamente en hospitales.
El padre de la niña, Manuel, es un donante compatible, lo que debería haber facilitado la operación. Sin embargo, no ha sido así.
En la presentación de la campaña para recaudar fondo para la operación de la niña, en desgarrador testimonio, se lee: “Hola, mi nombre es Amanda, apenas tengo dos años y no puedo escribir, mis papis están escribiendo por mí. Yo nací con una enfermedad que se llama atresia de las vías biliares, cuando tenía dos meses me operaron para alargar mi vida y esperar por un trasplante de hígado. Ya ha pasado más de un año y mi salud empeora cada día (…) Mi papi va a donarme su hígado porque es compatible, yo solo necesito un pedacito, pero es una operación costosa y mi mami y mi papi no pueden costearlo, ahora padezco de insuficiencia renal también porque la cirrosis me está haciendo daño en los riñones, el déficit de calcio me ocasiona fracturas patológicas, típicas de la osteoporosis. (…) El tiempo sigue pasando y mi vida con solo dos años se va muriendo. Por favor, ayúdame a vivir, lo que sea que puedas, ayudará a regalarme una sonrisa y me dará esperanzas…”.
La madre de Amanda ha denunciado públicamente la inacción de las autoridades cubanas, calificándola de “crimen” que amenaza la vida de su hija. En un mensaje dirigido a los gobernantes del país, Milagros declaró: “Eso que ustedes están haciendo es un crimen. Me están matando a mi niña. (…) No quieren ni siquiera intentar hacer algo por ella, haciendo alegaciones a falsas gestiones, dándonos la espalda, siendo indolentes ante el dolor de nosotros y ante el dolor de ella”.
A pesar de la presión mediática y la indignación generalizada, el régimen cubano no se pronunció sobre el caso de Amanda hasta el pasado 25 de enero. Las autoridades reconocieron la gravedad de la situación de Amanda y la necesidad de un trasplante de hígado con donante vivo. Sin embargo, la burocracia y la falta de acción han obstaculizado el proceso, frustrando a su familia y seres queridos.
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