MADRID, España.- El régimen cubano permitió este lunes 14 de julio una visita familiar al opositor José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), luego de varios días sin ofrecer información oficial sobre su estado.
La visita fue autorizada únicamente a su esposa, la doctora Nelva Ismarays Ortega-Tamayo, y se desarrolló bajo estricta supervisión del oficial de la Seguridad del Estado Julio Fonseca.
Según denunció la familia, Ferrer se encuentra en estado crítico, tras cumplir 14 días en huelga de hambre. Presenta fuertes dolores de cabeza, garganta y articulaciones, deshidratación por consumo de agua contaminada y daños auditivos, sin recibir atención médica. Está confinado en condiciones calificadas como infrahumanas, compartiendo celda con reclusos comunes en un entorno insalubre, plagado de chinches, moscas y mosquitos.
Su hermana, Ana Belkis Ferrer, aseguró que las golpizas y torturas extremas han cesado momentáneamente, pero que el opositor continúa aislado, sin tratamiento médico ni acceso a una alimentación adecuada. “Sobrevive en condiciones inhumanas y degradantes”, advirtió.
La visita se produjo tras presiones internacionales, incluida una solicitud del gobierno de Estados Unidos que exigió una prueba de vida inmediata del líder opositor. José Daniel Ferrer fue devuelto a prisión el 11 de marzo de 2025, cuando un tribunal de Santiago de Cuba revocó su libertad condicional.
Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han documentado anteriormente el uso sistemático de tratos crueles en las cárceles cubanas contra presos políticos, como mecanismo para quebrar su voluntad.
Ferrer, de 53 años, es una de las figuras más relevantes de la disidencia cubana. Fue uno de los 75 opositores encarcelados durante la Primavera Negra de 2003 y ha enfrentado múltiples detenciones desde la fundación de UNPACU en 2011.