MADRID, España.- Pocas horas después de que el chavista Consejo Nacional Electoral (CNE) anunciara los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela este domingo 28 de julio de 2024, numerosos países de la región han levantado sus voces denunciando fraude electoral y cuestionando la legitimidad de la proclamación de Nicolás Maduro como ganador.
El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles, emitió una declaración calificando la elección de Maduro como “fraudulenta” y “repudió categóricamente” su proclamación como presidente.
En comunicado oficial, la presidencia de Costa Rica afirmó en X (antes Twitter): “El Gobierno de Costa Rica repudia categóricamente la proclamación de Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, la cual consideramos fraudulenta”. Y aseguró que trabajará “con los gobiernos democráticos del continente y los organismos internacionales para lograr que se respete la voluntad sagrada del pueblo venezolano”.
Bernardo Arévalo de León, presidente de Guatemala, también expresó significativas dudas sobre los resultados electorales venezolanos. En un mensaje difundido en la misma red social, Arévalo de León manifestó: “Venezuela merece resultados transparentes, certeros y apegados a la voluntad de su pueblo”. Asimismo, llamó a la observación internacional: “Recibimos con muchas dudas los resultados anunciados por el CNE. Por eso, son imprescindibles los informes de las misiones de observación electoral, que hoy más que nunca deben defender el voto de los venezolanos”.
El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, fue igualmente crítico respecto al presunto resultado electoral. “¡Así no! Era un secreto a voces. Iban a ‘ganar’ sin perjuicio de los resultados reales”, expresó en un comunicado en el que también aseguró que no reconocerá el resultado anunciado por el chavismo.
“El proceso hasta el día de la elección y el del escrutinio claramente estuvo viciado. No se puede reconocer un triunfo si no se confía en la forma y los mecanismos utilizados para llegar a él”, declaró Lacalle.
Por su parte, el presidente de Argentina, Javier Milei, afirmó que su país “no va a reconocer otro fraude” en Venezuela y argumentó que los ciudadanos de ese país “eligieron terminar con la dictadura comunista de Nicolás Maduro”. En X, Milei declaró: “Los datos anuncian una victoria aplastante de la oposición y el mundo aguarda que reconozca la derrota luego de años de socialismo, miseria, decadencia y muerte”.
Desde Chile, tanto el presidente Gabriel Boric como el canciller Alberto Van Klaveren condenaron el resultado electoral. Boric tuiteó que su país tampoco reconocerá resultados que no sean verificables: “El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados”.
Van Klaveren añadió: “Nos vamos a abstener de reconocer cualquier resultado que no sea verificable”.
El canciller peruano, Javier González-Olaechea, también expresó una firme denuncia hacia el proceso electoral en Venezuela. Muy poco después del anuncio del CNE sobre la reelección de Maduro, González-Olaechea condenó “la sumatoria de irregularidades con voluntad de fraude por parte del gobierno de Venezuela”. Y afirmó que “Perú no aceptará la violación de la voluntad popular del pueblo venezolano”.
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