LA HABANA, Cuba.- En la pequeña localidad de Vueltas, municipio de Camajuaní, nació Radeúnda Lima el 2 de agosto de 1923. Considerada como una de las principales exponentes de las tradiciones musicales campesinas, comenzó a cantar desde muy pequeña junto a su hermano Raúl, que desde los seis años tocaba el laúd y se convertiría en un compositor notable.
Sin haber recibido más orientación artística que la proporcionada por su madre, Carmelina Caso Gómez, con solo 12 años actuó en el programa radial “La Corte Suprema del Arte“, en 1935, acompañada por la guitarrista Leyda Lombard. Su debut fue tan exitoso que se llevó la distinción de “Estrella Naciente”.
La joven Radeúnda, siempre acompañada por su madre, formó parte de compañías circenses y, una vez establecida en La Habana, continuó presentándose en programas de radio y televisión. Grabó varios discos y realizó giras nacionales, ganando una popularidad tal que en varias ocasiones fue elegida Reina de la Radio.
En el año 1946 actuó en clubes nocturnos de Nueva York y de vuelta a la Isla comenzó a colaborar con el programa “Dímelo cantando”, de la radioemisora Lavín.
A partir de 1961 se dedicó por completo a la música campesina, sobresaliendo en la composición de tonadas y sones montunos. Trabajó en varias cadenas de radio, donde popularizó programas como “Campo Alegre” (Radio Rebelde) y “El guateque del mediodía” (Radio Cadena Habana). Gracias a “El Álbum de Cuba” y “Palmas y Cañas” conquistó a la teleaudiencia nacional.
En 1984 la estrella de Camajuaní se retiró de los escenarios, pero continuó influyendo en la formación de nuevos artistas deseosos de preservar la música campesina. Radeúnda Lima murió en mayo de 2005, dejando más de un centenar de obras de su autoría, entre ellas sones, montunos, guajiras, guarachas y canciones que cobraron fama en la inigualable voz de Celina González.
