MADRID, España.- Una de las distracciones comunes de los cubanos, y parte importante del imaginario popular, son sin duda las telenovelas. Entre las de producción nacional una de las más recordadas por la teleaudiencia es “Pasión y Prejuicio”, transmitida durante 1992 y dirigida por Eduardo Macías.
La telenovela, que se convirtió en un fenómeno televisivo, en medio de historias de amor y desamor entre Beatriz Lahera (Dianelis Brito) y Marcos Urquiza (Rini Cruz), mostraba la Cuba republicana, con reminiscencias a las guerras de independencia contra España.
Mostró conflictos sociales, contrastes entre el campo y la ciudad, huelgas, intrigas y prejuicios sociales como que la joven Beatriz mantuvieran relaciones con Marcos sin estar casados. Todos estos elementos mantuvieron expectantes a los cubanos durante 130 capítulos.
Aunque con una producción minimalista, el resultado escénico fue mejor que muchas actuales, a pesar de haberse rodado durante la etapa del Periodo Especial.
Otro de los méritos de la novela fueron las actuaciones. Además de Dianelis Brito y Rini Cruz, el elenco contaba con grandes actores como Nancy González, César Évora, Verónica Lynn, Raúl Eguren, Armando Tomey, Corina Mestre, Eslinda Núñez, Isabel Santos y Anabel Leal. El personaje de esta última (Angélica) es especialmente recordado: La joven queda en shock tras ser violada por su tío Ramón, interpretado por Héctor Echemendía. La frase: “Niña, saluda a tu novio”, que su madre Doña Matilde (Corina Mestre) le decía cada vez que llegaba a visitarla Antonio (Armando Tomey), también quedó grabada entre los cubanos.
Isabel Santos recibió el premio DIVA a la Mejor Actuación en el Segundo Festival Internacional de Televisión y Video “Primavera Mujer” en La Habana (1993) por su interpretación de Justina, la malvada criada.
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