Ciudad de México, México.-Este sábado, 17 de junio, falleció en Gran Canaria el poeta cubano Manuel Díaz Martínez, quien se había nacionalizado español y vivía en el exilio desde los años noventa.
Su muerte, a los 86 años, ha causado gran pesar en los círculos literarios españoles y cubanos donde se le apreciaba por la calidad de sus textos poéticos y por su generosidad.
Autor de una veintena de libros, Díaz Martínez era un luchador por las libertades y los derechos humanos, lo que lo llevó a enfrentarse a la dictadura cubana.
“Amigos, Manuel Díaz Martínez, nuestro padre y poeta de todos aquellos que con admiración lo leyeron ha marchado en la barca de Caronte. Será velado en el Tanatorio Memora, de Las Palmas de Gran Canaria, su segunda isla. Con él marcha la Generación del 50 y uno de los testigos presenciales del llamado caso Padilla”, dijo en Facebook, María Gabriela Díaz Gronlier, hija del poeta.
“Se fue afirmando que vivió una vida intensa y que, de tener la oportunidad, volvería a repetirla con lo bueno y con lo malo que esta le entregó. Murió pensando en una Cuba en libertad”, confesó María.
Manuel Díaz Martínez publicó cerca de una veintena de libros y recibió numerosos reconocimientos, entre los que destacan la medalla del Centro Cultural Cubano de Nueva York, el Premio de Poesía Julián del Casal en 1967 y el Premio Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en 1994.
Este poeta, ensayista y periodista también había representado a Cuba en Bulgaria bajo estatus diplomático.
En 1968 Díaz Martínez fue separado de su cargo de redactor jefe de La Gaceta de Cuba, cuando como parte del jurado del Premio de Poesía Julián del Casal, se negó a retirarle el premio al cuaderno escogido, Fuera del Juego, de Heberto Padilla.
En las décadas venideras la dictadura lo condenaría al ostracismo, hasta que su nombre volvió a sonar en otra polémica.
En 1991, Díaz firmó la conocida como “Carta de los Diez”, una misiva dirigida a Fidel Castro donde se pedía democracia. La persecución a raíz de la carta lo obligó a exiliarse. En España se convirtió en miembro de la Real Academia Española.
A la muerte del dictador cubano, Manuel expresó su opinión sobre el futuro de Cuba, algo en lo que acertó plenamente. “Me temo que la muerte de Fidel Castro no cambiará nada en Cuba”, declaró entonces.
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