MÉRIDA, México -. El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel ha calificado de “inaceptable” el asalto de este viernes a la embajada mexicana en Quito, pero se olvida de que Fidel Castro hizo lo mismo con la embajada ecuatoriana en La Habana en 1981.
La violación de la sede diplomática ecuatoriana ocurrió a las dos de la madrugada del 21 de febrero de 1981 cuando tropas especiales cubanas capturaron y se llevaron a cubanos que solicitaron asilo.
El propio Fidel Castro llegó al lugar para supervisar los preparativos de la operación 20 minutos antes del asalto, recuerda este sábado el medio ecuatoriano Primicias.
La familia cubana Delgado Temprana, que había irrumpido en la embajada desde el 8 de febrero, fue la que motivó la operación de allanamiento.
Rómulo Delgado, su esposa y tres hijos (Juan Owen, de 15, Germán, de 12, y Reylán, de 11), más otros nueve familiares, entraron a la embajada de Ecuador con un revolver viejo y una pistola.
Las catorce personas, entre ellos tres mujeres y cuatro menores de edad, entregaron las armas nada más entrar y pidieron asilo político, según un artículo de Martí Noticias.
Tras la irrupción, la embajada de Ecuador, con sede en aquel entonces en la calle 36 e/ 5ta y 3ra, Miramar, fue acordonada y siguieron días de tensión diplomática.
El embajador ecuatoriano de entonces, Jorge Pérez Concha, aceptó el asilo y comenzó a negociar la extracción de los refugiados.
Pero aún estaban frescos los sucesos de la Embajada del Perú un año antes que dieron lugar al posterior éxodo del Mariel y Castro no estaba dispuesto a permitir otra crisis.
Todos los refugiados fueron detenidos tras un despliegue de fuerza de las topas cubana que incluyó francotiradores y bombas lacrimógenas, y los padres separados de sus hijos.
Nueve días más tarde los padres fueron informados que su hijo Juan Owen había muerto, según explica el sitio Cuban Archive.
Testimonios aseguran que el joven fue víctima de una salvaje golpiza en Villa Marista, que luego entró en coma y murió.
Todos los refugiados, menos los menores, fueron condenados a largas penas de prisión.
Jaime Roldós, el presidente ecuatoriano de entonces, aseguró que su país no autorizó ni el asalto y llamó a su embajador a consultas.
La cancillería cubana emitió un comunicado donde aseguraba que el asalto se realizó con la autorización ecuatoriana.
Este sábado, el gobernante Díaz-Canel condenó el asalto policial a la sede diplomática de México en Quito.
“Toda nuestra solidaridad con México, ante la inaceptable violación de su embajada en Quito. Debe respetarse por todos la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que es un componente esencial del derecho internacional”, tuiteó.
Este sábado, el Gobierno mexicano decidió romper relaciones diplomáticas con Ecuador luego de que en la noche del viernes un operativo policial allanara su embajada en Quito.
La policía ecuatoriana irrumpió en la Embajada de México y se llevó al exvicepresidente Jorge Glas, quien había recibido asilo político en la sede diplomática horas antes.
Glas, segundo de Rafael Correa, está condenado por corrupción y ya ha cumplido cinco años de cárcel.
Según el derecho internacional, el gobierno del actual mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa, debía entregar un salvoconducto a Glas para su traslado a México, pero en su lugar ordenó su captura.
Las imágenes de diplomáticos mexicanos forcejeando con policías ecuatorianos para impedir el asalto comienzan a dar la vuelta al mundo.
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