Arniel Díaz Pacheco, vecino del barrio La Loma, falleció este miércoles debido a las graves quemaduras sufridas durante la explosión pirotécnica del 15 de noviembre.
Más allá de la amenaza a la seguridad ciudadana, una barrera económica infranqueable se levantó entre los holguineros y el carnaval.
Dudo de la identidad que pretende defender el grupo de intelectuales que se da cita durante la Fiesta de la Cubanía.
El desencanto fue generalizado con la transformación de las festividades en un evento marcado por la inseguridad y la exclusión económica.
El Santiago es la fiesta popular por excelencia en la villa del Yayabo, Sancti Spíritus, llena de baile, comparsas e iconografía.
«El Estado vende igual o peor de caro que los particulares y lo peor es que la calidad de los productos es malísima», se quejaron varios entrevistados
«Los dirigentes no vienen a los carnavales, no los sufren. No tiran ni agua para acabar con la peste de las calles. Lo poco que hay lo venden súper caro»
Debido a los últimos accidentes en localidades vecinas
Esta edición de las fiestas populares quedó marcada para muchos como una de las peores
El luto nacional empaña parrandas y carnavales en los pueblos de campo
Arniel Díaz Pacheco, vecino del barrio La Loma, falleció este miércoles debido a las graves quemaduras sufridas durante la explosión pirotécnica del 15 de noviembre.
Más allá de la amenaza a la seguridad ciudadana, una barrera económica infranqueable se levantó entre los holguineros y el carnaval.
Dudo de la identidad que pretende defender el grupo de intelectuales que se da cita durante la Fiesta de la Cubanía.
El desencanto fue generalizado con la transformación de las festividades en un evento marcado por la inseguridad y la exclusión económica.
El Santiago es la fiesta popular por excelencia en la villa del Yayabo, Sancti Spíritus, llena de baile, comparsas e iconografía.
«El Estado vende igual o peor de caro que los particulares y lo peor es que la calidad de los productos es malísima», se quejaron varios entrevistados
«Los dirigentes no vienen a los carnavales, no los sufren. No tiran ni agua para acabar con la peste de las calles. Lo poco que hay lo venden súper caro»
Debido a los últimos accidentes en localidades vecinas
Esta edición de las fiestas populares quedó marcada para muchos como una de las peores
El luto nacional empaña parrandas y carnavales en los pueblos de campo
