MIAMI, Estados Unidos. – La Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC) informó que las Fuerzas Armadas de Ucrania capturaron a un tercer ciudadano cubano que combatía del lado ruso. Según un comunicado de la organización enviado a CubaNet, se trata de Ernesto Michel Pérez Alvelaes, nacido el 15 de agosto de 1999 en Trinidad, Cuba, quien integraba la 7ma. Brigada Motorizada de Rifles.
La ARC afirmó que Pérez Alvelaes trabajaba como obrero de la construcción en Moscú y se incorporó al ejército ruso el 1ro. de agosto con la promesa de realizar labores de reconstrucción en zonas ucranianas ocupadas y lejos de las líneas de combate.
“Por supuesto esto era una burda mentira”, sostiene el texto, que añade que, una vez enviado al frente, el cubano se entregó a las fuerzas ucranianas después de que “otros 10 cubanos en su unidad fueron ultimados en un combate”. El comunicado asegura, además, que Pérez Alvelaes dijo haber visto “a decenas de rusos muertos en combate contra las fuerzas ucranianas”.
La ARC enmarca esta revelación en un contexto político más amplio y la vincula con una sesión informativa sobre seguridad nacional realizada este jueves en el Capitolio, en Washington D.C., encabezada por el congresista Mario Díaz-Balart y con la participación de sus colegas Carlos Giménez y María Elvira Salazar.
De acuerdo con el comunicado, en esa reunión —moderada por el doctor Orlando Gutiérrez-Boronat, de la propia ARC— intervino desde Kiev una delegación de autoridades ucranianas que expuso “el alto nivel de participación de la dictadura castrocomunista en la agresión genocida rusa contra Ucrania”.
Lo expuesto incluyó denuncias sobre el presunto empleo de miles de cubanos —con “ya cientos de muertos”—, la participación directa del Gobierno de La Habana en el reclutamiento y la movilización de esos combatientes, así como supuestos vínculos con el lavado de dinero ruso y la “plena integración” del régimen cubano al “eje del mal que agrede a Ucrania”.
El comunicado añade que la delegación ucraniana anunció medidas a impulsar contra el Gobierno cubano, entre ellas solicitar sanciones económicas europeas y pedir que el Consejo de Europa designe al régimen cubano como “Estado terrorista”. En esa misma nota, Gutiérrez-Boronat expresó: “Denunciamos la explotación del pueblo cubano por la dictadura castrocomunista enviando [sic] jóvenes a morir al servicio de Rusia en un conflicto que nada tiene que ver con los valores e intereses de la nación cubana”.
La ARC no ofreció elementos de verificación independientes sobre la captura de Pérez Alvelaes, más allá del testimonio atribuido al propio detenido sobre su incorporación a filas rusas y las circunstancias de su rendición. No obstante, el caso se suma a un patrón de informaciones que han circulado en los últimos meses sobre la presencia de ciudadanos cubanos que combaten del lado ruso en Ucrania.
En junio de 2024, trascendió la muerte de un cubano identificado como Camilo Ochoa, barbero del barrio El Condado, en Santa Clara. Según Martí Noticias, Ochoa, de 34 años, habría fallecido por la explosión de una bomba que también mató a otros nueve cubanos al servicio del Kremlin. “No sabemos prácticamente nada de él. Nuestra hermana, que está en Rusia está haciendo todos los trámites. Le faltaba un año para terminar su contrato en la guerra”, dijo otra de sus hermanas, Bárbara Ochoa.
Vecinos consultados en ese momento señalaron que la repatriación del cadáver no estaba garantizada. “Ni siquiera le van a devolver el cuerpo [a su esposa]. Ella llamó a la Embajada de Rusia en Cuba y ahí le dijeron que van a hacerle una misa en Rusia y le recogerán algo de dinero. La esposa va a regresar a Rusia y no sabe cómo enfrentar esa realidad”, afirmó una vecina que pidió proteger su identidad.
En febrero de est año, Schemes, la unidad de periodismo de investigación de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL) en Ucrania documentó la captación de ciudadanos cubanos por parte del ejército ruso. Entre los testimonios recabados destaca el de Frank Dario Jarrosay Manfuga, de 36 años, quien fue capturado por fuerzas ucranianas y aseguró que había salido de Cuba bajo engaños. “Nunca quise matar a nadie. Nunca quise participar en una guerra. Tengo una familia”. Según ese trabajo periodístico citado, Jarrosay Manfuga habría sido reclutado con la promesa de un empleo en la construcción y, ya en Rusia, obligado a alistarse.
La investigación de Schemes describió la existencia de una red de reclutamiento, con actividad en redes sociales como VKontakte y con posibles entrenamientos en unidades militares rusas, incluida la 106ª División Aerotransportada en Tula, que participó en la batalla de Bajmut. El reporte incluyó el caso de un cubano identificado como Rafael, apodado “Chiki”, que apareció en el canal militar ruso Zvezda y llegó a escribir en proyectiles la frase “Hasta la vista, baby”. La pieza periodística señaló que su perfil exhibía imágenes con parches asociados al Grupo Wagner y que se reportó su muerte en combate en Bajmut.
La ARC atribuye al Gobierno cubano un papel directo en ese entramado de reclutamiento y logística militar, una acusación que la Cancillería de La Habana negó en septiembre de 2023.