AREQUIPA, Perú – Xiomara Blanco es una mujer emblemática dentro de la radio y la televisión de Cuba. Telenovelas muy reconocidas como Tierra Brava y El Naranjo del Patio no hubiesen sido concebidas tal y como hoy las conocemos sino fuera por su trabajo. Quizás, ni siquiera hubiesen existido para empezar.
Nacida en la otrora provincia La Habana (actual Artemisa), en el municipio de Bauta, Blanco descubrió su amor por el arte a la temprana edad de cuatro años. Su pasión innata la condujo a una carrera en el periodismo y, finalmente, en la dirección de programas radiales y televisivos.
Tras el triunfo de la Revolución castrista, devenida en dictadura, Xiomara fue seleccionada como parte de un grupo para realizar un curso en el entonces Instituto Cubano de Radio, el cual se encontraba necesitado de escritores. Así se convirtió en guionista y conoció los fundamentos de la Dramaturgia.
Durante su carrera en la radio, Blanco demostró ser una escritora y directora fecunda, abordando todos los géneros y formatos disponibles. No obstante, su verdadero desafío fue la transición al medio televisivo en 1985.
Nunca había estado en un estudio de Televisión, al menos no en condiciones. Una vez había escrito un guion para un trabajo de Loly Buján, otra afamada directora, y se horrorizó con lo que allí pasaba. Xiomara estaba abrumada con la complejidad del medio, y se juró que nunca más entraría a un estudio. La pequeña pantalla parecía intimidarla.
No obstante, superó sus temores iniciales, incluso volviendo a los estudios para aprender las complejidades de la producción televisiva. Su determinación la llevó a dirigir novelas, cuentos y teatros para televisión, así como a desarrollar campañas de sensibilización social.
Dentro de ese medio dirigió varias telenovelas, algunas muy queridas por el público cubano como El naranjo del patio, Polvo en el viento, Destino Prohibido y Tierra Brava, estas dos últimas consideradas por Blanco como grandes producciones.
Su trabajo ha sido reconocido tanto en Cuba como en el extranjero. Entre sus distinciones se incluyen la Medalla por la Cultura Nacional y el Premio Nacional de Televisión, así como la Distinción de Artista de Mérito, un honor reservado para aquellos que han realizado contribuciones sobresalientes a la cultura de la Isla.
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