MADRID, España.- El actor cubano Vladimir Cruz, internacionalmente conocido por su protagónico en el filme Fresa y Chocolate, cumple este 26 de julio 57 años.
Cruz, nacido en Placetas, Villa Clara, a los 15 años comenzó a incursionar en el teatro como actor aficionado; y dos años más tarde inició sus estudios en el Instituto Superior de Arte de La Habana.
Aunque su fama la ganó a nivel mundial luego de que Fresa y Chocolate, dirigido por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío fuera nominado a los Premios Oscar, Vladimir Cruz tiene una amplia trayectoria en el mundo cinematográfico dentro y fuera de Cuba. Ha trabajado en más de 30 películas entre las que se encuentran Una novia para David (1985), Un paraíso bajo las estrellas (1999), Lista de espera (2000), El cuerno de la abundancia (2008) y 7 días en La Habana (2011).
También ha incursionado en la dirección, como fue el caso de la película Afinidades (2009), codirigida y, nuevamente, protagonizada junto a Jorge Perugorría.
A lo largo de su carrera ha recibido numerosos reconocimientos como el Premio ACE (Asociación de Cronistas de Espectáculos New York) al mejor actor en cine 1995 y el Premio Ágora del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.
Fresa y Chocolate para Vladimir Cruz
Protagonizar el largometraje Fresa y Chocolate, el primero de su carrera en el cine, significó para Cruz entrar al mundo del séptimo arte con el pie derecho. La película, en la que interpretaba a David, un joven comunista lleno de prejuicios en La Habana de los años 70, alcanzó fama mundial al ser nominada a los Premios Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera en 1994.
El filme, protagonizado también por Jorge Perugorría y Mirtha Ibarra, fue de los primeros en abordar el tema de la homosexualidad en el cine cubano.
En declaraciones a la prensa el actor, que vive entre La Habana y Madrid, ha señalado que Fresa y Chocolate “determinó cómo iba a ser su carrera”.
“Siempre se discute sobre qué es mejor: tener una película importante al principio y luego muchas que no logran estar a la altura o al final de tu carrera. Tenerla en los inicios te abre muchísimas puertas en el mundo del cine, te da una tarjeta de presentación. (…) Por el lado de ser mi primera película, me brindó la oportunidad de trabajar con Tomás Gutiérrez Alea”, dice Vladimir Cruz.
Fresa y Chocolate, convertida en un clásico de la filmografía en la Isla, casi 30 años después, mantiene su vigencia, debido a que la sociedad cubana actual sigue arrastrando problemas similares.
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