LA HABANA, Cuba.- Desde la prisión habanera Combinado del Este, Noel López González alerta vía telefónica sobre un brote de diarrea que se ha desatado en esa instalación. Todo parece indicar, de acuerdo con López, que una rotura ocurrida el 31 de mayo en las redes hidráulicas circundantes, o bien la imposibilidad de bombear el agua debido a la irregularidad en el suministro eléctrico, ha provocado que la prisión (al menos el edificio donde está él) se quedara sin agua potable.
Por ese motivo, desde comienzos de semana el abastecimiento de agua está a cargo de camiones cisterna, con los cuales se llenan los depósitos de la prisión y de ahí se bombea el líquido hacia los tanques.
López González destaca que a partir de ese momento se desató un brote de diarrea que afectó a gran parte de la población penal del Combinado del Este, incluido él mismo, quien, como el resto de reclusos afectados (excepto los que están en peores condiciones), no había recibido hasta el momento de su llamada asistencia médica de ninguna clase. Subraya que tampoco les han hecho exámenes para establecer las causas de la epidemia y determinar así el tratamiento adecuado.
El recluso informó que ni siquiera les han suministrado sales de rehidratación oral, y añade que el único paliativo que les han proporcionado hasta el momento ha sido un cocimiento de cierta hierba conocida popularmente como “tapón”, según les han expresado las autoridades. Noel, al igual que el resto de los afectados, manifiesta una gran debilidad general, a lo cual en su caso se añaden otros síntomas como dolor en los riñones y orina roja.
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