LA HABANA, Cuba. – Este 31 de diciembre, lo más probable es que la mayoría de los cubanos no puedan disfrutar de la tradicional cena de fin de año debido a los altos precios que ha alcanzado la carne de cerdo, la que se ha vuelto inaccesible para la mayor parte de los residentes en la Isla.
“Ni sabemos qué podremos comer. La carne de puerco está a 400 y pico de pesos. Yo como cualquier cosa, pero esto tiene que mejorar aunque sea un poco para el pueblo, porque el que está sufriendo es el pueblo”, lamenta Joaquín García Castro, un anciano de 74 años.
El entrevistado, quién se declaró “revolucionario”, sostiene que en la Isla debe haber un “cambio”, aunque asume que los resultados no podrían ser vistos en lo que queda de 2022.
“Lo primero que tienen que hacer es partir a toda esa gente que no trabaja y que vive del invento, mandarlos para la Isla (municipio especial Isla de la Juventud) a todos y ponerlos a trabajar en la agricultura. Aquí (en Cuba) de 11 o 12 millones (de habitantes) trabaja un millón nada más, si acaso”, enfatizó el anciano, sin tener en cuenta que muchos cubanos alegan no trabajar por los bajos salarios que percibirían.
Para muchos de los entrevistados, la Isla está viviendo una situación económica sin precedentes marcada por un proceso inflacionario nunca antes visto, por lo que un plato de congrí, yuca con mojo y carne de puerco asada podría ser un lujo en las próximas festividades.
“Yo lo que cojo son 1500 (pesos mensuales) y ni una libra puedo comprar”, dijo Migdalia Echevarría, una jubilada entrevistada por CubaNet.
Para la anciana, el escenario más complejo precisamente es el de los jubilados, cuyas pensiones no sobrepasan los 2000 pesos cubanos, monto con el que deben sobrevivir durante un mes y proveerse alimentos, aseo, ropa y zapatos, entre otros productos esenciales.
Conseguir alimentos y artículos de primera necesidad es una de las tareas más difíciles en la Isla. Actualmente los cubanos deben hacer interminables filas desde altas horas de la madrugada para adquirir alimentos como pollo, carne molida de ave, salchichas y productos de aseo, que solo podrán adquirir una vez por mes. Su venta es controlada y regulada a través de la libreta de racionamiento y mediante el documento de identificación personal (carnet de identidad).
Por otro lado, dada la proximidad de las festividades de fin de año el aumento de los precios de los productos que ofertan los trabajadores privados, fundamentalmente alimentos como carne de cerdo, arroz, viandas y ensaladas, no se detiene.
“No sé si todos los cubanos podrán comprar la carne de puerco, porque con lo cara que está no sé si podrán, la verdad”, terminó Melinda Maure.
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