MIAMI, Estados Unidos. – Este domingo inició el referendo del nuevo Código de las Familias en el exterior, aunque solo podrán votar los diplomáticos del régimen de La Habana y los integrantes de misiones estatales.
De acuerdo con el medio oficial Cubadebate, el régimen abrió 1 000 colegios habilitados en diferentes ciudades del mundo.
Uno de los primeros en votar fue el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, quien se encuentra en la sede de la misión cubana en Naciones Unidos, en Nueva York.
“Por el Código que merecen las familias cubanas, donde hay espacio para todas y todos, voté hoy en el colegio electoral ubicado en la Misión Permanente de Cuba ante Naciones Unidas. #CódigoSí porque refleja nuestra realidad y la voluntad del Estado de alcanzar la mayor justicia social posible para todos los cubanos”, tuiteó el canciller.
En Moscú, Ufá y San Petersburgo también comenzaron a votar “los cubanos que trabajan, estudian o residen en Rusia”, publicó Cubadebate, sin precisar que solo pueden ejercer el “derecho al voto” los representantes del régimen de La Habana o el personal enviado a misiones oficiales de carácter cultural, deportivo, académico o artístico.
Debido a la discriminación del régimen con los más de dos millones de migrantes o exiliados de la Isla, el proyecto DemoAmlat puso a disposición de la diáspora cubana una plataforma electrónica para ejercer el voto (no vinculante) en el referendo del Código de las Familias.
DemoAmlat parte de reconocer que la diáspora cubana “no ha parado de crecer desde la llegada de la ‘Revolución’ y que en este momento crece exponencialmente debido a la profundización de la persecución y la criminalización de la disidencia evidenciada en las protestas del 11 de julio de 2021”.
La organización también recuerda que “las personas cubanas en el exterior sufren una doble exclusión: no solo se ven forzados a abandonar su país, sino que pierden sus derechos políticos una vez que migran”.
“Mientras que 16 países de la región garantizan el derecho al voto de sus ciudadanos en el exterior en consonancia con lo establecido por distintos instrumentos internacionales, la Ley Electoral cubana impide, a través del requisito de ‘residencia efectiva’, que más de 2 millones de residentes en el exterior ejerzan su derecho al voto”.
Se trata de la primera experiencia de organización de la diáspora desde la perspectiva electoral. “Esta herramienta permitirá que quienes sufren esta doble exclusión se vinculen con los asuntos políticos de la Isla” y dará inicio “a la confección de un padrón de cubanas y cubanos en el exterior, fundamental para el análisis y diseño de políticas para este grupo y sus países receptores”.
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