MIAMI, Estados Unidos. — Félix Varela y Morales es una de las figuras más mencionadas de la historia de Cuba, pero también de las menos conocidas.
Sacerdote, filósofo y diputado promotor de la independencia de la Isla, Varela fue un pensador adelantando a su tiempo y terminó siendo referencia para cubanos de generaciones posteriores, entre ellos José Martí.
Su extensa labor no se limitó a la enseñanza y al sacerdocio, también fundó la primera Sociedad Filarmónica de La Habana. Asimismo, formó parte y trabajó para la Sociedad Económica de Amigos del País, y escribió obras de teatro y de filosofía.
El 18 de enero de 1821, a los 32 años, funda en el seminario la primera cátedra de derecho de América Latina donde se enseña la Legalidad y la Responsabilidad Civil. Cabe señalar que, pese a su condición de religioso, el Padre Félix Varela también poseía amplios y profundos conocimientos científicos.
Desde joven, Varela entendió la necesidad imperiosa de que Cuba fuese independiente de España. Mientras varios ilustres cubanos pedían reformas a la corona española, el pensador ya imaginaba en un gobierno de ultramar que ofreciera más derechos a los cubanos.
Varela vivió en Cuba hasta los 34 años, cuando fue elegido diputado ante las Cortes Españolas en representación de la isla caribeña. Partió a la metrópoli sin saber que no volvería a ver jamás la tierra que lo vio nacer.
Una serie de acontecimientos en España llevaron a Félix Varela y otros a ser condenados a muerte por votar en contra del Rey. Sin embargo, logró escapar hacia los Estados Unidos. Desde allí comienza a organizar y luego a presidir un movimiento independentista.
A partir de los 35 años, Varela inició una ardua labor propagandística en pos de la independencia. Uno de sus logros fue la fundación en Filadelfia del primer periódico independentista, llamado El Habanero (1824-1826).
Varela falleció el 25 de febrero de 1853 en San Agustín, Estados Unidos, a la edad de 64 años. Allí descansaron sus restos hasta que, ya entrado el siglo XX, fueron trasladados al Aula Magna de la Universidad de La Habana.
En Cuba, la cultura popular se ha apropiado de una suerte de slogan: “Félix Varela, el que enseñó a pensar a los cubanos”. Se trata de una cita que trascendido de manera incorrecta a través de los años. Su autor fue el insigne maestro José de la Luz y Caballero, quien dijo de Varela: “el que nos enseñó, primero, a pensar”.
El 14 de marzo del 2012, se firmó el decreto donde el papa Benedicto XVI, por medio de la Congregación para las Causas de los Santos, declaró al Siervo de Dios Félix Varela como Venerable, uno de los primeros pasos para ser declarado santo.
Como dijera Benedicto XVI en la homilía realizada en La Habana en 2013: “…el Padre Félix Varela fue un ejemplo preclaro de cómo un hombre de fe pueda aportar a la construcción de una sociedad más justa…”. Varela nos recuerda que “No hay patria sin virtud”.
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