MIAMI, Estados Unidos. — La ola de feminicidios registrada en Cuba en las últimas semanas ha generado reacciones en diferentes sectores de la sociedad civil independiente, que exige al régimen de la isla acciones urgentes para frenar la violencia de género.
Activistas cubanas consultadas por CubaNet aseguran que la violencia contra las féminas en el país caribeño va en aumento y que las víctimas cada vez son más jóvenes.
“El gobierno está haciendo oídos sordos con los números en rojo de feminicidios, no se está dando cuenta que hay una alarma. Los hechos cada vez son más violentos, más sangrientos”, dijo a este diario Zelandia Pérez.
La violencia de género en la isla ha llegado al punto en que los agresores no solo se conforman con causar sufrimiento a mujeres, sino también a sus hijos, perpetrando en muchos casos lo que se conoce como feminicidios vicarios.
CubaNet confirmó este jueves los asesinatos de Arisdani Viamontes Tomás en el reparto Buenos Aires, de Camagüey; y de Neisa López Vargas, en Bayamo, Granma. Con estos dos crímenes, suman nueve feminicidios registrados en Cuba en lo que va de año.
Neisa López, a quien la sobreviven dos niños de ocho y cuatro años, fue asesinada en las inmediaciones de su casa alrededor de las 6:00 a.m. del pasado 11 de enero. Su victimario, según pudo confirmar este diario con su familia, es un expolicía que anteriormente había ultimado a su esposa y atacado a su cuñada. Actualmente se encontraba bajo libertad condicional por ser paciente de cáncer.
Marthadela Tamayo, integrante de la de la Red Femenina de Cuba, sostuvo que un escenario marcado por el aumento de la violencia machista, el Estado cubano ha desatado su maquinaria propagandística, intentando quitarse responsabilidad ante la grave situación.
Por su parte, la activista Marta María Ramírez, radicada en Alemania, llamó la atención sobre las acciones llevadas a cabo por el régimen cubano para desmantelar el movimiento feminista en el país caribeño.
“Cuba no es solo un Estado fallido, es un Estado feminicida, es un Estado cómplice de toda la violencia machista que vivimos. El Estado es uno de los primeros perpetradores de esa violencia en función que también ha criminalizado el activismo político en torno a las mujeres, el activismo político feminista”, explicó Ramírez.