MIAMI, Estados Unidos. – “No estaba preparada para que mi hijo pasara el Servicio Militar con todo lo que tiene escrito en su historia clínica”, dijo a CubaNet Surama Y. Aguilera de Paz, madre del joven Julio O. Cobas Aguilera, de 18 años, quien fue reclutado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) para cumplir el Servicio Militar Activo (SMA) a pesar de padecer enfermedades crónicas y de contar con una amplia documentación médica.
Según Aguilera, quien reside en la ciudad de Holguín, su hijo fue declarado “apto con recomendaciones” y reclutado el 24 de junio pasado. Apenas tres días después, el 27, fue ingresado por primera vez en una unidad médica. Desde entonces ha sido hospitalizado en múltiples ocasiones. “Ha estado más tiempo ingresado que en el Servicio”, afirmó la madre.
El joven presenta hipertensión arterial, antecedentes de disfunción diastólica, asma y miopía, según consta en varios documentos médicos fechados entre junio y julio de 2025, que CubaNet ha podido revisar. En uno de ellos, firmado por personal médico militar el 13 de julio, se indica que el paciente requiere dieta hiposódica y seguimiento especializado por hipertensión no compensada. La receta incluye fármacos como enalapril e hidroclorotiazida.
A pesar de estas condiciones, el joven fue trasladado a la Unidad Militar de Melones, donde continúa prestando servicio. “Es un enfermo real que ha estado ingresado en instalaciones militares durante la Previa. Ahora lo mandan para la Unidad de Melones. Estamos investigando si se mantiene en el mismo lugar”, denunció Aguilera.
En el expediente clínico también se recomienda evitar la exposición al sol y al estrés, condiciones difíciles de cumplir en un entorno militar. “Imposible eso en una unidad militar”, subrayó la madre, quien cuestionó por qué, con antecedentes clínicos tan claros, las autoridades decidieron mantenerlo en el SMA.


Julio fue ingresado nuevamente el 8 de julio tras presentar malestar, hipertensión y dolores de cabeza. En otra ocasión, estuvo nueve días internado en la unidad médica regional. “Ahí tuvo un trato excelente, con medicación, dieta y seguimiento”, reconoció Aguilera. Sin embargo, denunció que el ingreso fue precedido por negativas iniciales a trasladarlo a un hospital militar: “En un primer momento le dijeron que no lo llevarían porque el día antes lo habían evaluado y tenía bien la presión”.
La madre también expresó su preocupación por el estado emocional de su hijo. “La pediatra sugirió que lo viera una psiquiatra porque se muestra ansioso”, aseguró. En su testimonio a CubaNet, alertó sobre los peligros psicológicos del Servicio Militar para jóvenes vulnerables: “Suceden entonces los intentos suicidas en esta edad. (…) Casos de negligencias como la que conocemos y nadie paga”.
Aguilera afirma que no está en contra del Servicio Militar como institución, pero denuncia que “se recluten jóvenes con padecimientos crónicos que atentan contra su vida”. “En el caso de mi hijo, no creo que debieron darle el ‘apto FAR’. En su caso lo dieron con recomendaciones que no se han tenido en cuenta”, agregó.
A raíz de su denuncia en redes sociales, fue citada a la Unidad Militar de Purnio. Según contó, en un primer encuentro con oficiales de menor rango se sintió incomprendida: “Se interpretó que mi hijo estaba fingiendo”. Sin embargo, en una segunda reunión con superiores, asegura que el trato fue diferente: “Se portaron bastante empáticos, aunque no dejaban de hablar de la publicación; les había molestado”.
El joven se encuentra actualmente de pase, pero su madre teme que la situación empeore cuando deba reincorporarse. “Será mucho estrés para él”, expresó. El Servicio Militar para jóvenes graduados de técnico medio como su hijo tiene una duración de dos años, y él apenas ha comenzado. “[Es] mucho tiempo”, lamentó.
Ante la pregunta sobre si cree que su hijo será trasladado a una modalidad menos exigente, como el Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), Aguilera fue escéptica: “Dicen que lo moverán. Cuando lo vea lo creeré y pongo mi fe”. Aun así, reiteró: “A un joven así pudieron tenerlo en cuenta para, si lo reclutan, ponerlo en el EJT con facilidad para que viajara y tuviera su dieta desde la casa”.
Justo en la Unidad de Melones, a la cual se mantendría asignado Julio Cobas Aguilera, el pasado 7 de enero murieron nueve reclutas del SMA y cuatro oficiales debido a la explosión de un almacén de armamento y municiones.
Debido a esa tragedia, numerosos internautas cubanos pidieron el fin del reclutamiento militar forzado de menores de 20 años. “No más niños al Servicio Militar, que [las autoridades] manden a sus hijos, no a los nuestros”, escribió la usuaria identificada como Amanda Hernández en Facebook.