LA HABANA, Cuba. – Ha terminado la actuación cubana en la Serie del Caribe de béisbol correspondiente a 2023, que ha tenido como sede a la ciudad de Caracas. Y concluyó la participación cubana en ese evento antes de que se llegara a la fase semifinal de la competencia. Fase a la que Cuba no pudo acceder debido a que concluyó en el último lugar en la tabla de posiciones, con balance de una victoria y seis reveses.
Este pésimo desempeño de los peloteros de la mayor de las Antillas contrasta con las magníficas actuaciones de los representantes de Cuba durante el período 1949-1960. Es decir, antes de que Fidel Castro eliminara el béisbol profesional en la Isla.
Durante el referido lapso Cuba tomó parte en 12 versiones de la Serie del Caribe, y obtuvo el primer lugar en siete de ellas. Los cuatro equipos que componían la liga profesional cubana ―Almendares, Habana, Marianao y Cienfuegos―, al menos en una ocasión, se coronaron campeones en la justa caribeña.
En esas lides brillaron peloteros cubanos de la talla de Orestes Miñoso, Willie Miranda, Tony Taylor y Edmundo Amorós, entre otros. Y en lo relativo al pitcheo se destacó Camilo Pascual, varias veces seleccionado como el mejor lanzador de esas series.
Después de estar 54 años ausente en las series del Caribe, Cuba reapareció en esta competencia en el año 2014. A partir de esa fecha la Isla ha intervenido, sin contar esta del 2023, en seis versiones del evento. Solo en el 2015 Cuba pudo alzarse con el título, mientras que en sus restantes intervenciones concluyó con discretas actuaciones.
A la hora de buscar los motivos de la debacle cubana en esta edición de la Serie del Caribe, muchos especialistas ya han señalado los pocos refuerzos que el mánager Carlos Martí incluyó en su equipo Agricultores, con el que había ganado la llamada Liga Élite del Béisbol Cubano. Martí reforzó su equipo con cuatro peloteros, mientras que otros combinados incorporaron muchos más refuerzos (Venezuela sumó 14).
Mas, los que ven solo en los pocos refuerzos la causa del fracaso cubano en esta lid de Caracas pasan por alto la crisis general en que se encuentra el béisbol que se juega dentro de la Isla. Una crisis que se ha reflejado en los pobres resultados obtenidos por la pelota cubana en los últimos eventos internacionales.
Precisamente, los federativos del béisbol cubano, tomando en cuenta lo anterior, han tenido que acudir a una cantidad nada despreciable de peloteros de origen cubano que juegan en otras ligas ―incluyendo la MLB― para conformar un equipo más o menos decoroso que represente a la Isla en el venidero V Clásico Mundial, el evento más importante del béisbol internacional en el presente año.
La edición de la Serie del Caribe celebrada en Caracas, con la excepción del equipo Agricultores, representante de Cuba, mostró un nivel bastante parejo entre todos sus participantes. Equipos de reciente incorporación a estas justas, incluso con menos tradición beisbolera que Cuba, como los casos de Colombia y Panamá, ya muestran un nivel de juego superior a los cubanos. He ahí otro “logro” de la Revolución en sus seis décadas de estancia en el poder.
En cuanto al estado de ánimo con que los peloteros de Carlos Martí regresan a la Isla, es fácil imaginar que se halle por el piso. En un abrir y cerrar de ojos pasarán del agasajo recibido en la provincia de Granma por haber ganado la citada Liga Élite, a la frialdad que seguramente encontrarán a su arribo al Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana.
De no haber ido a la Venezuela de Nicolás Maduro, quizás algunos de los peloteros cubanos habrían optado por no volver a la Isla.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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