MADRID, España.- El 1.º de febrero de 2003 marcó el adiós de una de las figuras más destacadas en la historia del jazz latino: Ramón “Mongo” Santamaría Rodríguez.
Nacido el 7 de abril de 1917 en el barrio habanero de Jesús María, Mongo Santamaría fue testigo desde temprana edad del palpitar musical que caracterizaba a su entorno. El bullicio de los rumberos y el eco de la música afrocubana impregnaron su infancia, sembrando en él la semilla de una pasión por estos ritmos.
Mientras desempeñaba el oficio de cartero durante el día, las noches lo veían entregado a los ritmos como bongosero profesional, debutando en el cabaret Eden Concert de La Habana con el Conjunto Boloña. La música lo llevó a compartir escenario con figuras de renombre como Chano Pozo, en los espectáculos de Tropicana, consolidando su reputación en la escena musical cubana.
El año 1948 marcó un cambio significativo en la vida de Santamaría, cuando decidió expandir sus horizontes y viajar a México, donde se unió a la orquesta de Dámaso Pérez Prado. Un año después, su destino lo llevó a Nueva York, ciudad que sería testigo de su ascenso a la fama internacional.
En Estados Unidos, el talento de Mongo Santamaría brilló con luz propia. Colaboraciones con músicos de la talla de Tito Puente marcaron su trayectoria, dejando una huella en más de 10 discos grabados juntos. Sin embargo, fue su asociación con el vibrafonista Cal Tjader en 1958 lo que lo catapultó a la fama mundial.
A partir de 1961, Santamaría decidió enfocarse en su carrera en solitario, reclutando a destacados músicos como Chick Corea y Marty Séller para acompañarlo en su travesía musical. Temas como “Watermelon Man”, que escaló las listas de popularidad en Estados Unidos durante seis semanas, y composiciones como “Afro Blue”, “Mambo Mongo” y “Sabroso” lo consagraron como un referente indiscutible del jazz latino.
Los reconocimientos no tardaron en llegar. En 1978, Mongo Santamaría fue galardonado con un Grammy Latino por su álbum Amanecer, mientras que en 1980 tuvo el honor de colaborar con el renombrado Dizzy Gillespie en una grabación que resonó a nivel internacional.
Mongo Santamaría murió en Miami de un paro cardiaco a sus 86 años.
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