MADRID, España.- El sastre y toldero Matías Pérez, nacido en Portugal pero radicado en Cuba, el 29 de junio de 1856 desapareció, para asombro de los habaneros, mientras realizaba su segundo viaje en globo.
Matías Pérez, que había sido marino, al llegar a Cuba abrió el exitoso taller “El Rey de los Toldos” de toldos y marquesinas en la calle Neptuno de Centro Habana.
El portugués, que era amante de los estudios de la aeronáutica del siglo XIX, durante la visita a la capital cubana del famoso piloto y constructor de globos francés, Eugène Godard, compró un globo a Godard por 1 200 duros.
Matías Pérez nombró al globo “La villa de París” y realizó su primer vuelo el 12 de junio de 1856.
Tras el éxito del viaje, en el que recorrió unos 6 kilómetros, volvió a aventurarse unos días más tarde, el 29 de junio del mismo año.
A pesar de que el viento era demasiado fuerte Matías Pérez emprendió su vuelo a las 7:00 de la tarde, tras haber pedido permiso al general español José Gutiérrez de la Concha, capitán general de Cuba en ese momento.
Salió desde el centro de La Habana y se elevó sobre el Paseo del Prado, pero los fuertes vientos lo empujaron rápidamente hacia el norte, sobre el mar Caribe, hasta desaparecer y nunca más ser visto.
A pesar de que el general Gutiérrez de la Concha ordenó una búsqueda, nunca se encontraron rastros ni de Matías Pérez ni de su globo.
Desde este insólito hecho y hasta la actualidad se quedó en la cultura popular cubana la expresión “Voló como Matías Pérez”, para referirse a algo o a alguien que desaparece.
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