Ciudad de México, México.- Según una llamada que recibió la familia, la presa política y manifestante del 11 de julio Lisandra Góngora habría sido trasladada hacia un centro penitenciario en la Isla de la Juventud.
El activista Marcel Valdés denunció en sus redes sociales que Ángel Delgado, exesposo de la manifestante recibió una llamada de otra reclusa donde le contó que fue trasladada y estaría ocho días en aislamiento; por lo que no tendría acceso al teléfono en ese tiempo.
Según declaró Ángel, ayer él y sus cuatro hijos en común visitaron a Góngora en la prisión pero nadie les comunicó que la llevarían a otro centro. Sin embargo, le llamó la atención que una de las autoridades del penal se acercó a los niños y trató a la familia con amabilidad.
De confirmarse el traslado, Lisandra quedaría a 160 kilómetros de su hogar y la única manera de visitarla sería mediante barco o avión. Lo que dificultaría el encuentro de esta madre con sus hijos menores de edad.
Alejar a los presos políticos de sus familias y enviarlos a prisiones alejadas para que no los puedan visitar es una táctica común de la Seguridad del Estado. A la Dama de Blanco Aimara Nieto la trasladaron a 600 kilómetros de su residencia para dificultar el acceso de su familia a las visitas. No pudo ver a sus hijas durante dos años.
¿Por qué hostigan a Lisandra?
Desde que Lisandra fue detenida tras las multitudinarias manifestaciones de 2021, la activista se ha mantenido denunciando todo lo que ocurre en prisión. Incluso recientemente firmó con su propia sangre una carta donde solicitaban al Papa Francisco que pidiera la libertad de los presos políticos cubanos.
Desde afuera, su expareja además de cuidar a los niños ha comunicado las violaciones contra ella y exige su liberación. Por tal motivo es hostigado por la policía política que busca silenciarlo y le han advertido que le pueden retirar la custodia de los niños.
El año pasado en una carta escrita con su puño y letra, y la cual fue difundida a través de las redes sociales, Góngora contó que un fiscal, al que ella identificó como “Chabeco”, la amenazó con quitar a su exmarido la custodia de sus hijos. La respuesta de ella ante todos los chantajes ha sido denunciarlos y sostener que ella no negocia con la dictadura.
Góngora cumple una sanción de 14 años por manifestarse en Güira de Melena. Se le acusa de haber atacado una tienda en MLC, aunque las imágenes solo la muestran en las afueras del centro. Lo que sí hizo Góngora fue salir a pedir el cese de la dictadura en Cuba, como había hecho periódicamente en sus directas antes de lanzarse a la calle.
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