Fallece a los 61 años Almudena Grandes, voz ineludible de la literatura española en el cambio de siglo

La novelista española Almudena Grandes falleció este sábado, a los 61 años, víctima del cáncer. Las elogiosas despedidas en los principales diarios de su país recuerdan ahora con puntualidad que la autora de Malena es un nombre de tango y el ciclo Episodios de una guerra interminable deja tras sí una proteica obra narrativa, sustentada en la investigación rigurosa y en una estética realista que, para muchos críticos, la ubica en la línea prestigiosa de Pérez Galdós.

Desde que en 1989 publicara Las edades de Lulú, Grandes exploró y sopesó en su labor literaria tanto el ámbito íntimo de la familia española como el pulso social del Madrid finisecular o la España de la posguerra y el alto franquismo.

Su última breve columna en el periódico El País, aparecida este 21 de noviembre, es un apunte sobre la evolución de “las políticas españolas”, reciente avatar, presumiblemente novelable en manos de Grandes, de la mujer española que ha protagonizado la mayoría de sus libros.

“Pero, ¿qué se esperaba [después de la Transición] de las españolas entonces, qué se ha esperado durante décadas?”, se preguntaba al final de su vida Almudena Grandes. “Sabihondas izquierdistas con personalidad, bien preparadas, con mucha labia y sin demasiado poder real, un papel que han ejercido durante muchos, demasiados años. Las señoras de derechas que se metían en política eran señoras, o sea, otro cantar. Elegancia, anfitrionas exquisitas, mechas rubias, gracejo más o menos atractivo y docilidad. Siempre dispuestas a hacer lo que el partido les mandara, ocupando puestos subalternos sin rechistar. Parecía que esto no iba a cambiar nunca, y si acaso, evolucionaría por la izquierda, pero no”. A continuación, la escritora describe en sólo un trazo la más actual, e interesante, encarnación femenina de la derecha, y la política, en esta España del siglo XXI.

Fue ese sin dudas uno de sus grandes temas. Sin embargo, tal como destaca  El Mundo, en Modelos de mujer, la autora sostiene sin ambages: “Como en el mundo literario prevalece un principio de discriminación sexual que obliga a las escritoras a pronunciarse a cada paso acerca del género de los personajes de sus libros, mientras que los escritores se ven privilegiados y envidiablemente libres de hacerlo, me gustaría aclarar, de una vez por todas, que […] creo que no existe en absoluto ninguna clase de literatura femenina”.

Tras vivir los años ochenta de la célebre Movida madrileña, Grandes debutó con Las edades de Lulú: “El erotismo, narrado desde una óptica femenina, arrasó en ventas”, señala Tereixa Constenla en su breve obituario de El País. “Pero fue uno de esos libros que no sólo medían su impacto en cifras, de alguna manera conectó y retrató el espíritu de una época donde el deseo y la sexualidad de las mujeres estaban en plena transformación”.

Ese –Bigas Luna como director (1990)– y otros libros suyos sería llevados al cine en los años siguientes (Malena…, Los aires difíciles, Atlas de geografía humana, entre otros), lo que ayudó a establecer a Almudena Grandes como una de las voces más resonantes de la literatura española tras la llegada de la democracia.

Su último gran proyecto fue un edificio literario (e histórico) de seis novelas iniciado en 2010 con Inés y la alegría y continuado con El lector de Julio Verne (2012), Las tres bodas de Manolita (2014), Los pacientes del doctor García (2017) y La madre de Frankenstein (2020). Póstumamente se publicará Mariano en el Bidasoa, que logró terminar antes de su muerte. La serie revisa diferentes Episodios… nacionales comprendidos entre 1939, año en que finaliza la Guerra Civil, y el año 1964.

Otras obras relevantes de Grandes son las novelas Te llamaré Viernes (1991), Castillos de cartón (2004), El corazón helado (2007) y Los besos en el pan (2015), o el libro de relatos Estaciones de paso (2005).

A lo largo de su carrera literaria cosechó decenas de reconocimientos nacionales e internacionales. Entre ellos, el Premio La Sonrisa Vertical (1989, por Las edades de Lulú); el Premio Julián Besteiro de las Artes y de las Letras (2002, por toda su obra); el Premio Cálamo al Mejor Libro del Año (2002, por Los aires difíciles); el Premio del Gremio de Libreros de Madrid (2008, por El corazón helado); el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska, y el Sor Juana Inés de la Cruz (2011, por Inés y la alegría); el Premio Liber 2018 al autor hispanoamericano más destacado (Federación del Gremio de editores); el Premio Nacional de Narrativa (2018); el Premio de Periodismo Internacional 2020 del Club Internacional de Prensa, y el ​Premio Jean-Monnet de Literatura Europea (2020; por Los pacientes del Doctor García).

Nacida en Madrid, en 1960, Grandes vivió en el barrio de Malasaña; fue seguidora del Atlético; creó una familia junto al poeta Luis García Montero, director del Instituto Cervantes; defendió posturas de izquierda, y cultivó la amistad, en especial, según El Mundo, “alrededor de una mesa con comensales”, donde “las tardes pasaban entre versos, y risas, y anécdotas, como una plataforma de la felicidad”.

Según Juan Cruz, ella “le dio literatura al periodo más grave y delicado del siglo XX”.

“Nadie como Almudena Grandes […] ha tenido la fuerza y la constancia para darle a los derrotados del siglo XX español la épica literaria que les faltaba”, comienza diciendo la primera de El País sobre su muerte este sábado.