
La dictadura cubana culpa a los pobres de su propia pobreza
Es una narrativa cómoda para el régimen, que elude su responsabilidad y sus políticas fallidas.

Es una narrativa cómoda para el régimen, que elude su responsabilidad y sus políticas fallidas.

El economista cuestionó la falta de reconocimiento de las causas internas de la pobreza en la Isla y el fracaso institucional en su abordaje.

Se han aferrado al poder a costa de lo que sea, incluso de la supervivencia de la nación.

El castrismo ni siquiera reconoce a los sin techo por su nombre, sino con un eufemismo: “personas con conducta deambulante”.

Cierto hombre solo “tiene” un banco del Parque Central, un banco y su desvencijada colchoneta que solo extiende en la altísima noche.

Jóvenes católicos peinan las arterias del centro de Santa Clara para entregar alimentos a las personas que viven en las calles.

Las imágenes muestran cómo jóvenes entregan comida a varias personas que duermen en las calles de Santa Clara.

San Rafael es la Cuba que tenemos y de la que somos un poco, quizá bastante, la culpa, la grandísima culpa

A sus más de 80 años, el anciano holguinero Roberto Díaz Pérez vive en las calles, donde duerme y pide limosnas para sobrevivir

Pese a su avanzada edad, el holguinero Rosell Peña Tamaño, de 87 años, sobrevive en las calles de su ciudad gracias a la caridad pública

Es una narrativa cómoda para el régimen, que elude su responsabilidad y sus políticas fallidas.

El economista cuestionó la falta de reconocimiento de las causas internas de la pobreza en la Isla y el fracaso institucional en su abordaje.

Se han aferrado al poder a costa de lo que sea, incluso de la supervivencia de la nación.

El castrismo ni siquiera reconoce a los sin techo por su nombre, sino con un eufemismo: “personas con conducta deambulante”.

Cierto hombre solo “tiene” un banco del Parque Central, un banco y su desvencijada colchoneta que solo extiende en la altísima noche.

Jóvenes católicos peinan las arterias del centro de Santa Clara para entregar alimentos a las personas que viven en las calles.

Las imágenes muestran cómo jóvenes entregan comida a varias personas que duermen en las calles de Santa Clara.

San Rafael es la Cuba que tenemos y de la que somos un poco, quizá bastante, la culpa, la grandísima culpa

A sus más de 80 años, el anciano holguinero Roberto Díaz Pérez vive en las calles, donde duerme y pide limosnas para sobrevivir

Pese a su avanzada edad, el holguinero Rosell Peña Tamaño, de 87 años, sobrevive en las calles de su ciudad gracias a la caridad pública
