
“Creen que vivimos de tajadas de aire”: no llega el arroz a la bodega
Aunque el precio oficial está fijado en 170 pesos por libra, en el mercado informal, el precio del arroz ha escalado hasta 300 pesos en algunas regiones

Aunque el precio oficial está fijado en 170 pesos por libra, en el mercado informal, el precio del arroz ha escalado hasta 300 pesos en algunas regiones

Los únicos alimentos disponibles para los estudiantes son “una sopa y picadillo de claria”, dijo una profesora de la escuela primaria José Luis Tasende.

“Lo último es dar clases hasta el mediodía sin haber comido nada desde la noche anterior”, denunció una estudiante de la Escuela Formadora de Maestros de Santiago de Cuba.

Huesos, patas, panza es lo que obtienen los cubanos mientras los gruesos filetes corresponden a los dirigentes del régimen.

Aunque el asunto alimentario es el más crucial, no es el único que afecta a los cubanos: transporte, agua, medicamentos, apagones, la falta de libertades… son otros recurrentes.

“Ahora sí el hambre y la desesperación nos han invadido por completo”, lamenta un santiaguero entrevistado por ‘CubaNet’.

¿Nos comeremos los unos a los otros para creer que morimos alimentados? ¿Comeremos piedra?

Más del 80% de las personas encuestadas por la ONG Food Monitor Program ha visto reducido su acceso a los alimentos tras la llamada Tarea Ordenamiento.

Hoy urge más que nunca analizar la crisis nacional desde una óptica de género. El hambre es una urgencia feminista.

Cuando Fidel Castro supo que sus promesas de “oro rojo” (carne) y “una cuenca lechera más productiva que Holanda” nunca serían cumplidas, prefirió mediatizar el hambre.

Aunque el precio oficial está fijado en 170 pesos por libra, en el mercado informal, el precio del arroz ha escalado hasta 300 pesos en algunas regiones

Los únicos alimentos disponibles para los estudiantes son “una sopa y picadillo de claria”, dijo una profesora de la escuela primaria José Luis Tasende.

“Lo último es dar clases hasta el mediodía sin haber comido nada desde la noche anterior”, denunció una estudiante de la Escuela Formadora de Maestros de Santiago de Cuba.

Huesos, patas, panza es lo que obtienen los cubanos mientras los gruesos filetes corresponden a los dirigentes del régimen.

Aunque el asunto alimentario es el más crucial, no es el único que afecta a los cubanos: transporte, agua, medicamentos, apagones, la falta de libertades… son otros recurrentes.

“Ahora sí el hambre y la desesperación nos han invadido por completo”, lamenta un santiaguero entrevistado por ‘CubaNet’.

¿Nos comeremos los unos a los otros para creer que morimos alimentados? ¿Comeremos piedra?

Más del 80% de las personas encuestadas por la ONG Food Monitor Program ha visto reducido su acceso a los alimentos tras la llamada Tarea Ordenamiento.

Hoy urge más que nunca analizar la crisis nacional desde una óptica de género. El hambre es una urgencia feminista.

Cuando Fidel Castro supo que sus promesas de “oro rojo” (carne) y “una cuenca lechera más productiva que Holanda” nunca serían cumplidas, prefirió mediatizar el hambre.
