Jorge Félix Otero Seijas, quien padece esquizofrenia, retraso mental ligero y epilepsia, se mantiene esposado a la cama de un hospital tras haberse fugado de su hogar.
Benigna vive en una habitación de una ciudadela en la calle Prolongación de Independencia, pero no tiene nada dentro, ni tan siquiera un camastro para descansar sus huesos
Hace pocos días el barrio marginal El Palo perdió su tranquilidad debido al regreso de El Zorro
Jorge Félix Otero Seijas, quien padece esquizofrenia, retraso mental ligero y epilepsia, se mantiene esposado a la cama de un hospital tras haberse fugado de su hogar.
Benigna vive en una habitación de una ciudadela en la calle Prolongación de Independencia, pero no tiene nada dentro, ni tan siquiera un camastro para descansar sus huesos
Hace pocos días el barrio marginal El Palo perdió su tranquilidad debido al regreso de El Zorro
