MIAMI, Estados Unidos. — El régimen cubano tomó partido este martes en favor de China tras la polémica visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, hecho que ha disparado las tensiones en el continente asiático.
A través de una declaración, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Isla (MINREX) criticó la visita de Pelosi, asegurando que se trataba de una nueva provocación de Washington encaminada a “lesionar la integridad territorial y la soberanía de la República Popular China”.
Según la cancillería del régimen cubano, la visita de la alta funcionaria estadounidense a Taiwán demuestra la injerencia de Washington en los asuntos internos de Pekín.
La Habana también dijo sentir preocupación “por el incremento de las tensiones y el agravamiento de la situación en torno a Taiwán”, una situación que calificó de “resultado directo de la política agresiva y la elevada presencia militar de los Estados Unidos y sus aliados en el Estrecho de Taiwán”.
Asimismo, la declaración del MINREX rechazó “los contactos militares y las sistemáticas ventas de armas, acciones que socavan la paz y seguridad regional e internacional”.
“Nuevas provocaciones, disfrazadas de contactos oficiales o visitas de alto nivel, generan, de manera deliberada, peligros adicionales. Cuba reafirma el apego irrestricto al principio de ´una sola China´ y al reconocimiento de Taiwán como parte inalienable del territorio de ese país”, añade el comunicado.
El régimen cubano sostuvo que “la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 2758, adoptada el 25 de octubre de 1971, reconoció como el verdadero y único representante legítimo del pueblo chino al Gobierno de la República Popular China”.
En ese sentido, La Habana recordó que “los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional deben ser respetados estrictamente sin selectividad ni dobles raseros”.
Por último, la declaración del MINREX destacó el rol de China en la arena internacional.
“No se puede desconocer el papel clave de China como factor de estabilidad y equilibrio internacional ni la importancia de su cooperación, sin condicionamientos políticos, con los países en desarrollo”.
El diferendo entre China y Taiwán está marcado por las diferentes interpretaciones de ambas partes sobre el estatus político de la Isla. Mientras China ve a Taiwán como una provincia rebelde que se reunificará con el continente tarde o temprano, Taiwán se ve a sí mismo como un país independiente, gobernado democráticamente, aunque nunca haya declarado oficialmente su independencia.
En el caso de Estados Unidos, mantiene una “relación sólida y no oficial” con Taiwán. Sin embargo, sus vínculos diplomáticos formales son con China y no con la Isla.
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