LA HABANA, Cuba.- En el centro penitenciario de máximo rigor Combinado de Guantánamo, ubicado al oriente de la isla, se encuentra prisionero Joaquín Camejo Corrales, quien cumple una condena de 24 años de prisión por un supuesto delito de sabotaje.
Camejo Corrales es un trabajador ferroviario que fue condenado junto con otros compañeros de trabajo el 24 de diciembre de 2020 en la Sala de los Delitos Contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de La Habana, por el supuesto descarrilamiento del tren Mariel-Habana-Cárdenas.
Joaquín Camejo cumplía condena inicialmente en el centro penitenciario de máximo rigor Combinado del Este, ubicado en el kilómetro 13 ½ de la vía Monumental, en el municipio Guanabacoa de la capital de la isla, hasta que fue trasladado “en cordillera” hacia la prisión oriental el 29 de agosto de 2021.
Según denunció, las autoridades carcelarias no le ofrecieron explicaciones sobre las posibles causas del súbito traslado, aunque supone que haya sido como castigo por sus protestas en demanda de una revisión de causa, pues asegura que fue condenado sin pruebas.
Al momento de ser encarcelado, Joaquín Camejo Corrales tenía su domicilio en La Habana y el único familiar que podía visitarlo en prisión era su padre, un anciano de más de 80 años. Su traslado a un centro penitenciario ubicado al otro extremo de la isla, además de impedir el encuentro familiar, viola el Reglamento de Cárceles y Prisiones de nuestro país, que establece una distancia límite entre el penal y el hogar del recluso, por lo cual Camejo Corrales reclama ser regresado a su provincia como establece el mencionado código.
En esta ocasión además escribió una misiva a la Iglesia católica pidiendo que intercedan por él para que su causa sea revisada.
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