MIAMI, Estados Unidos. — Norma Porras Reyes, exintegrante del Movimiento 26 de julio y excombatiente clandestina en Cuba, falleció el pasado sábado a causa de un shock séptico, informaron medios oficiales de la Isla.
Nacida el 10 de octubre de 1939 en Guanabacoa, desde muy joven se incorporó al Frente Cívico de Mujeres Martianas y luego al grupo liderado por Fidel Castro, con el que colaboró recaudando armas y poniendo petardos.
En 1957 conoció a Ángel Ameijeiras Delgado, “Machaco”, durante una de las visitas que hacían las mujeres martianas a los presos en el Castillo del Príncipe. Posteriormente, se convertiría en su esposa.
En estado de gestación, fue protagonista y la única sobreviviente de uno de los más fieros enfrentamientos de la lucha clandestina en La Habana, específicamente el escenificado en Goicuría y O´Farril (La Víbora) el 8 de noviembre de 1958.
Reseñas del suceso señalan que efectivos de la policía batistiana y miembros del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) tomaron las calles y azoteas inmediatas al lugar donde se encontraban “Machaco”, Porras (que llevaba el pseudónimo de Gina) y otros dos combatientes clandestinos.
“Concentraron todo el poder de fuego de sus armas, que incluían ametralladoras pesadas y ligeras contra el apartamento donde estaban los jóvenes revolucionarios. Desde la vivienda los sitiados respondían al fuego enemigo”.
Allí fue herida por cuatro disparos (dos en la cadera, uno en el pecho y otro a sedal) y arrestada. Guardó prisión hasta el 1ro. de enero de 1959.
El diario oficialista Granma señala que por voluntad propia su cadáver fue cremado y sus cenizas serán depositadas en el Panteón de los Veteranos de la Necrópolis de Colón.
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