MIAMI, Estados Unidos. — El 16 de octubre de 1979 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) declaró el Día Mundial de la Alimentación como un recordatorio anual sobre la necesidad de erradicar el hambre, la desnutrición y la inseguridad alimentaria a nivel global.
Cada año se escoge un tema específico relacionado con la alimentación. En 2023 el tema seleccionado fue: “El agua es vida, el agua nutre. No dejar a nadie atrás”, con el propósito de incentivar la comprensión acerca de la importancia del agua en la vida y la alimentación.
En Cuba, la fecha pasa inadvertida. La alimentación es un tema delicado para un pueblo que no logra acceder a una dieta balanceada y de calidad, que debe gastar dos o tres salarios promedio mensuales para garantizar lo mínimo indispensable, y que hace años observa con estupor cómo algunos ingenuos —o cómplices— lo consideran un paradigma en la erradicación del hambre y la desnutrición.
Con el agua no es diferente. Cada año es mayor el deterioro de la infraestructura para abastecer el líquido. Barrios, comunidades y zonas rurales sufren la escasez durante días e incluso semanas, con el consecuente impacto en la higiene doméstica, la producción agrícola, la elaboración y el lavado de los alimentos y, por supuesto, la salud.
Mientras el interés de Naciones Unidas se concentra en los tradicionales focos de hambre, sequía e insalubridad, esos problemas van en aumento en Cuba, donde la incompetencia del régimen ha llegado al punto de confundir sostenibilidad alimentaria con prácticas desesperadas de supervivencia.
Cuba no constituye un caso alarmante para la FAO, a pesar de que los recortes en bienes básicos están perjudicando sobremanera a la población más vulnerable: ancianos, discapacitados, niños y embarazadas. La mayor de las Antillas está siendo dejada atrás, a merced de un Estado que insiste en el control total de la economía y el empobrecimiento de la nación; todo con impunidad y desde su escaño en el Consejo de Derechos Humanos del mismo organismo que dice luchar contra el hambre y la desnutrición en cada rincón del planeta.
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