Aumentan los abusos de la dictadura castrista contra los presos políticos

MIAMI, Estados Unidos. – La huelga de hambre continúa siendo el arma de los presos políticos cubanos para exigir buenos tratos, el cese de abusos o el fin de sus injustas sanciones, ante el desamparo legal en el que se encuentran.

Esta semana, la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) denunció que otros dos de sus activistas que cumplen prisión política se encuentran en huelga de hambre. Se trata de Eider Frómeta Allien y Edilberto Arzuaga Alcalá, ambos también promotores de Cuba Decide.

En el caso de Frómeta, cumple este sábado su séptimo día en estado de inanición mientras que Arzuaga está en su día 10.

Según José Daniel Ferrer, líder principal de la UNPACU, los dos presos políticos se encuentran en celda de castigo y están exigiendo el fin del acoso y los malos tratos a los que son sometidos por las autoridades del penal.

Tanto Eider como Edilberto fueron encarcelados tras su activa participación en la campaña “Yo Voto No” que llevaron a cabo decenas de organizaciones opositoras en contra el referéndum realizado en la isla en 2019.

Frómeta, fue citado por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) a finales de 2018 y llevado a prisión el 17 de enero de 2019, condenado a un año de privación de libertad por el supuesto delito de “desobediencia”, pero al cumplirse el término de su sanción la Seguridad del Estado utilizó a un preso común para provocar una disputa. A raíz de este suceso, el joven fue condenado a otro año por el presunto delito de “lesiones”.

El pasado mes de mayo fue trasladado desde la prisión de Guantánamo hasta el centro penitenciario Kilo 8 en Camagüey, con el objetivo de alejarlo de sus familiares.

En ese entonces sostuvo una huelga de hambre en protesta ante la negativa del penal de proveerle sus medicamentos, según contó a CubaNet la madre Griselia Allien.

Recientemente el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) junto a José Daniel Ferrer denunciaron a través de un foro online los abusos perpetrados por las autoridades de este penal y cómo los reclusos de otras partes del país son amenazados con ser trasladados para este centro, conocido popularmente como “Se me perdió la llave”.

Por su parte, Edilberto Arzuaga, quien en agosto de 2019 fue declarado preso de conciencia por Amnistía Internacional, se encuentra encarcelado en Kilo 9, Camagüey desde el 24 de diciembre de 2018 y condenado a un año y dos meses de privación de libertad por negarse a pagar multas impuestas arbitrariamente por su activismo pacífico.

En 2019 Arzuaga realizó una huelga de hambre durante 35 días exigiendo su liberación, exigiendo su liberación.

La Seguridad del Estado se mantuvo durante ese tiempo hostigando a los familiares, desde su hijo de 17 años, a quien incluso detuvieron y amenazaron con llevar a prisión, hasta su exesposa y madre del adolescente, a quien obligaron a hacer un audiovisual hablando en contra del opositor. En ese estado de aislamiento, inseguridad y falta de comunicación, decidió terminar la huelga.

Mientras tanto, otros presos políticos sufren tratos crueles e inhumanos en prisiones cubanas. La Dama de Blanco Aymara Nieto Muñoz lleva dos meses confinada en una celda de castigo de la prisión para mujeres de Las Tunas, a más de 600 kilómetros de su familia; Yosvany Sánchez Valenciano, que desde hace 85 días lo mantienen aislado como método de castigo y Keilylli de la Mora Valle que cumpliría seis días en huelga de hambre y fue internada en una sala de psiquiatría por supuestamente haber atentado contra su vida.

Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.