AREQUIPA, Perú – Cuba es un país reconocido por su talento musical alrededor del mundo. Los artistas que nacen en la Isla por generaciones han sido beneficiados con una herencia cultural que enriquece el talento y virtuosismo de compositores, cantantes e instrumentistas.
Entre esos afortunados herederos se recuerda una pareja de cubanos, hasta el día de hoy sinónima de armonía y nostalgia. Fueron conocidos como Olga y Tony, un dúo que alcanzó popularidad en la década de los 40 y 50 del pasado siglo, tanto en la televisión como en otros escenarios.
En 1951, la Televisora CMQ en Cuba designó a Olga Chorens como co-anfitriona de un espacio para el entretenimiento con los ritmos y tendencias de la época. El programa contó también con el protagonismo de su esposo, Tony Álvarez, siendo ambos un hilo conductor que llegó a gozar de gran acogida por el público.
Tony Álvarez nació en La Habana en 1918. En sus comienzos fue locutor y modelo publicitario, lo que supuso sus primeros pasos en el mundo del arte. Para 1941, pertenecía a la plantilla de trabajadores de la revista Guión, dedicada a la farándula, en la que sus compañeros afirmaban “se pasaba el tiempo cantando”.
Por su parte, Olga Chorens nació en la capital cubana en febrero de 1924 y debutó en la radio a los 11 años. Participó como concursante en La Corte Suprema del Arte y llegó a incursionar también con éxito en la actuación. En 1942, forma el dúo con Álvarez que le brindaría buena parte de su fama.
Casi una década después, el citado programa de la CMQ tomó como nombre El Show de Olga y Tony, de ahí que la pareja desechara casi de forma natural sus apellidos y de cara a la conciencia popular fueron llamado Olga y Tony.

El show fue un programa de frecuencia diaria, en vivo, donde se reunían a unas 200 personas en el estudio, que asistían para ver a la pareja interpretar el variado repertorio, acompañados por una orquesta de estrellas integrada entre otros por Israel Cachao López, Rolando Laserie y Laíto Castro.
El dúo entonces conquistó el apodo de La pareja ideal, debido al talento, juventud y exaltación de los valores familiares, que una vez a la semana realizaban en el programa A las 10 con Olga y Tony, en la televisión.
Ambos cantaron con la Sonora Matancera, y en varias ocasiones el dúo fue seleccionado como los mejores cantantes típicos de la radio cubana.
Con la llegada de dictador Fidel Castro al poder, Olga y Tony enviaron a sus hijas a Estados Unidos como parte de la Operación Pedro Pan y se reunieron con ellas en 1963. En 1965 volvieron a actuar en Puerto Rico, donde recobraron su estatus como estrellas de la radio y la televisión.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.