MIAMI, Estados Unidos. – Antes de su victoria electoral de este martes frente a la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, la campaña de Donald Trump anunció que, de ser electo otra vez presidente, el republicano tendría tres demandas para el régimen cubano.
Según expresó a mediados de julio pasado Jaime Florez, director de Comunicaciones de la campaña de Trump, al periodista Mario J. Pentón, de Martí Noticias, el republicano pediría a la cúpula del Gobierno cubano la libertad de los presos políticos, en primera instancia.
“Hay que liberar inmediatamente a todos los presos políticos sin ningún tipo de reticencia ni de condición”, expresó Florez a Pentón, en el marco de la Convención Nacional Republicana, en Milwaukee.
El portavoz del candidato aludió, en segundo lugar, a un llamado a elecciones libres, con participación de distintos partidos políticos y con observación internacional.
En tercer lugar, agregó que Trump exigiría al régimen que deje de “seguir exportando su revolución fallida a otros países latinoamericanos”.
En la medida en que se cumplan esas medidas, apuntó, se normalizarán las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Florez, portavoz del candidato, opinó que el tema del embargo, además, es una falacia total, pues Cuba exporta numerosos productos a Estados Unidos. “Ese cuento del ‘bloqueo’ se tiene que acabar”, subrayó.
En marzo de este año, el exmandatario estadounidense ya había señalado que el liderazgo en Cuba podría “ser cambiado” si era reelegido en noviembre.
“Quiero expresar mi admiración y apoyo a todo el valiente pueblo de Cuba, que se levanta contra el vil régimen comunista”, dijo Trump en un video en su red social Truth Social. “No es fácil y lo apreciamos y se va a cambiar”.
“Bajo los dictadores brutales y corruptos de Cuba, el pueblo cubano sufre una terrible escasez de alimentos, cortes de energía, pobreza, represión política y persecución religiosa”, añadió.
También reconoció que el país se enfrenta a una falta de alimentación, combustible y medicinas. Trump dijo que él y sus aliados seguían de cerca la situación en Cuba y apoyaban plenamente al pueblo cubano.
De igual modo, pidió al régimen cubano celebrar elecciones “libres y justas”.