Brutal asalto al baterista cubano Eduardo Longa en La Habana
El músico, de la banda Pyra, fue atacado al salir del Submarino Amarillo; sufrió heridas graves y le robaron la moto, el celular y otras pertenencias.
El músico, de la banda Pyra, fue atacado al salir del Submarino Amarillo; sufrió heridas graves y le robaron la moto, el celular y otras pertenencias.
Delitos, agresiones y hasta un asesinato: el clima de inseguridad afecta al turismo y a los visitantes. Casos concretos revelan la crisis.
De acuerdo con la prensa oficial, una supuesta red extraía tornillos y otras piezas del Parque Fotovoltaico Jovellanos, en Matanzas.
El hombre, de 35 años, sustrajo en 10 meses unos 200,000 pesos cubanos en productos de la canasta básica.
Los rumores sobre las constantes rapacerías salen del gentío, y son contados a la manera de la novela picaresca.
“El hurto de recursos en infraestructuras como estas deja sin electricidad a barrios y comunidades”, justificaron.
Según el MININT, se trata de una “cadena delictiva que aún se investiga”.
Estos robos, más frecuentes en Arroyo Naranjo, Boyeros y Cotorro, tienen como principal motivo la extracción del cobre para su venta en el mercado negro.
Hay un temor generalizado entre la población ante el incremento de los robos y asaltos, muchas veces violentos, y dudas sobre la eficacia de la policía.
Los actos delictivos investigados generaron pérdidas por más de un millón de pesos (41.600 dólares al cambio oficial).
El músico, de la banda Pyra, fue atacado al salir del Submarino Amarillo; sufrió heridas graves y le robaron la moto, el celular y otras pertenencias.
Delitos, agresiones y hasta un asesinato: el clima de inseguridad afecta al turismo y a los visitantes. Casos concretos revelan la crisis.
De acuerdo con la prensa oficial, una supuesta red extraía tornillos y otras piezas del Parque Fotovoltaico Jovellanos, en Matanzas.
El hombre, de 35 años, sustrajo en 10 meses unos 200,000 pesos cubanos en productos de la canasta básica.
Los rumores sobre las constantes rapacerías salen del gentío, y son contados a la manera de la novela picaresca.
“El hurto de recursos en infraestructuras como estas deja sin electricidad a barrios y comunidades”, justificaron.
Según el MININT, se trata de una “cadena delictiva que aún se investiga”.
Estos robos, más frecuentes en Arroyo Naranjo, Boyeros y Cotorro, tienen como principal motivo la extracción del cobre para su venta en el mercado negro.
Hay un temor generalizado entre la población ante el incremento de los robos y asaltos, muchas veces violentos, y dudas sobre la eficacia de la policía.
Los actos delictivos investigados generaron pérdidas por más de un millón de pesos (41.600 dólares al cambio oficial).